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Bla, bla, bla y dos piedras más..

Francisco Pomares

 

Coalición Canaria decidió ayer concluir las conversaciones con el PSOE para restablecer la confianza entre los partidos que soportan al Gobierno. El anuncio de tal decisión se hizo tras el encuentro de la permanente de Coalición, por el secretario general nacionalista, José Miguel Barragán. Vino a decir el hombre que después de cuatro reuniones con el PSOE, unos y otros saben ya perfectamente lo que es posible ceder y lo que no... y que ahora es el turno del PSOE, que tiene que valorar en su ejecutiva la oferta realizada por Coalición y manifestar si se dan o no las condiciones para que el PSOE siga en el Gobierno y se establezca un nuevo calendario (uno más, añado) para "intentar restituir algunas de las cosas que están aún pendientes a nivel local, fundamentalmente en Tenerife". Barragán volvió a asegurar que su partido quiere que el pacto se mantenga, y que no hay ninguna negociación en marcha con el Partido Popular, que no está sobre la mesa negociación alternativa con el PP, porque los nacionalistas creen que el acuerdo con los socialistas "es el mejor y el que más conviene a Canarias".

 

Después de escuchar a Barragán, lo que está claro es que Coalición quiere que se sepa que han colocado en el tejado del PSOE y de su ejecutiva la decisión de seguir o no seguir en el Gobierno. Y poco más. Porque lo que dice Barragán no deja de ser más bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, sobre el "sal tú primero, que a mi me da la risa" con el que nacionalistas y socialistas llevan enzarzados desde que Coalición permitió lo de Granadilla y abrió la caja de los truenos. Llevan veinte días pasándose por encima de la mesa y por debajo de ella papeles que no se creen ni ellos mismos, mirándose con ojos tiernos en las reuniones y mandándose recados tan correctos como frígidos en los medios. Y al final, seguimos sin saber a quién le toca la vez, mientras pasan los días, en el Gobierno se pelean como nunca hicieron antes, no se cogen los teléfonos y esto se empantana.

 

En fin... después de treinta años informando de negociaciones, conciliábulos y kermés diversas entre partidos políticos, reconozco que estoy más bien patidifuso con la sorprendente coreografía de esta extraña negociación: la situación actual se resume en que hay un partido -el PSOE- que se siente estafado por un largo catálogo de agravios y quiere irse del Gobierno, pero no acaba ni de irse ni de quedarse, a lo mejor por eso que los partidos definen como sentido de la responsabilidad, o a lo peor porque fuera hace mucho frío. Y hay otro partido -Coalición- que dice que no quiere que el PSOE se vaya, pero mientras no suelta ni uno de los cromos que se levantó con malas artes, e interrumpe las negociaciones unilateralmente y sin contestar a la propuesta que el PSOE realizó ayer, como invitando al PSOE a coger puerta lo más pronto posible. Sinceramente, a mí esto no me parece una negociación, me parece un partido de envite, en el que todos juegan de mueca: ya han decidido embalsamar al fiambre, pero nadie quiere adelantarse a dar la noticia del óbito. Puede que esté equivocado, pero la puesta en escena de Barragán, ayer, me pareció funeraria: todos quieren salvar el pacto, pero no lo sacan vivo de la UCI. Si sigue así, es cuestión de pocos días que el enfermo reviente.

 

 

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