El Hundimiento...
A Pablo Iglesias no le ha quedado otro remedio. Después del hundimiento de ayer (Podemos, pasa de segunda fuerza a desaparecer en Galicia y rebaja a la mitad su presencia en el País Vasco), tuvo que llamar a consultas al prestigioso “mago”, Profesor Mamadou. “Hace falta un conjuro urgente contra las fuerzas del mal y la derecha”, gritaba cual poseso en su casa de Galapagar, donde hay sitio para todos...Creo que “La Noche Triste”, de Hernán Cortes, fue un pequeño tenderete, al lado de la que se montó en el chalet de Don Pablo, donde la Guardia Civil que vigilaba, no sabía si realmente el problema de seguridad estaba fuera o dentro de la “morada”.
Iglesias llamó al Profesor Mamadou...
No sé si el Profesor Iglesias convocará una Asamblea o qué, pero en situaciones normales ya debería tener las maletas preparadas para mandarse a mudar. Pero ya saben, en su libro abierto, la frase “cierre la puerta al salir”, no es de consumo propio, eso se deja para pobres humanos de mente frágil. ¡Ay Pablo, Pablito, Pablete!, como decía José María García, hasta en el PSOE (socios de Gobierno) se estaban frotando las manos anoche, entre risas, con el bombazo en picado.
Lo que realmente preocupa a los morados, no es exactamente lo ocurrido en Galicia y País Vasco. Eso (tienen algunos tipos inteligentes) lo intuían. Lo que preocupa es la expansión de esa tendencia de caída en barrena al escenario nacional. Hasta Monedero lo decía anoche. “las fuerzas nacionalistas de izquierda, se han disfrazado de Podemos para llevarse el voto”. Falso, Sr. Monedero. Las fuerzas nacionalistas de esas comunidades son formaciones con una historia y un arraigo social, que ya querría Podemos. Las comparaciones, realmente, son odiosas...
En el fondo, se ha evidenciado que las disputas internas de Podemos, por más que sus dirigentes las negaran, estaban ahí, y han explotado. ¿Y Pablo Iglesias? En el CNI andan atemorizados de que pida un puesto de analista. ¿Y en Canarias? Lo mismo que el resto de España, “cuando las barbas de tu vecino veas quemar...”.