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¿Romper en cascada?

Redacción NoticiasFuerteventura

 

Parece que tanto en el PSOE como en Coalición hay partidarios de que -como eco de la ruptura del pacto de Gobierno- se rompan también los pactos municipales e insulares. Es curioso que entre quienes se manifiestan más claramente partidarios de este contagio de la inestabilidad a todas las corporaciones locales, estén precisamente los mismos que en el PSOE y fuera del PSOE llevan meses cuestionando la lógica de los pactos en cascada. O sea: ¿las decisiones en cascada no son buenas para construir mayorías y lograr estabilidad, pero sí sirven para destruir esas mayorías?

 

La política canaria hace años que responde a mecanismos que tienen muy poco que ver con lo razonable o con el interés de los ciudadanos. Aquí lo que suele estar en juego es exclusivamente el interés personal. Hemos visto cómo se rompía un pacto que todas las partes habían definido como el mejor posible para Canarias, básicamente por una cuestión de postureo: una bronca por la forma en que se hace el reparto de poco más de 120 millones de euros, cuando dos días antes se había apoyado sin reservas la distribución de siete mil millones. En realidad, a nadie le importaba una higa la forma en que se iba a repartir el dinero. En la reunión de la gestora en la que se cedió a Patricia Hernández el teórico honor de decidir si seguía o no, no se pusieron las cifras del reparto sobre la mesa. Y doña Patricia las tenía, como el resto de los miembros del Gobierno. Lo que estaba en juego era otra cuestión distinta: la imagen de quien quedaba bien y la de quien quedaba mal, después de haber anunciado y desanunciado "urbi et orbi" una moción de censura contra Clavijo, que no existía más que en la imaginación de algunos. La decisión del PSOE de provocar la ruptura del Gobierno debilita a Clavijo, sin duda, pero debilita aún más al propio PSOE. Ahora el PSOE vive un momento de unidad, de olvidar pasadas peleas y de enfocar al enemigo externo. Pero con el Congreso en puertas, esa situación no va a durar mucho: Patricia Hernández ha perdido su mejor baza para ser candidata.

 

Y el anuncio de "venganzas" en cascada es solo una forma de seguir en la cadena de errores: no solo porque el único motivo que explica esas censuras es el mero conflicto político, sino porque al final, de toda esa inestabilidad, el PSOE acabará por perder más de lo que gane, como ha ocurrido en el Gobierno. Es posible -aunque complicado- que pueda prosperar una censura en La Laguna, sobre la base de un acuerdo de toda la izquierda, si logran ponerse de acuerdo en el candidato alternativo al actual alcalde. Javier Abreu tiene pocas posibilidades como candidato dentro de su propio partido. Y Santiago Pérez tendría dificultades para conseguir el voto de -al menos- la concejal lagunera Mónica Martín, actual presidenta del PSOE en su ciudad. Pero demos por hecho que la censura prospera. ¿Hay garantías de que no caerá Arona, por ejemplo? ¿Y La Palma? ¿Hay alguien serio ahí fuera haciendo cuentas? ¿O son los mismos que contaron los votos en la censura a Clavijo?

 

Todo esto es un dislate: solo conduce a más inestabilidad, más ajustes de cuentas y más pérdida de tiempo pagado con dinero de todos.

 

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