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Tira y afloja con Marruecos

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    El histórico socialista lanzaroteño, Manuel Medina, Catedrático de Derecho Internacional y el que fuera vicepresidente del Parlamento Europeo, me aporta datos de interés, a través de una conversación telemática, sobre los espacios marítimos, cuyo estatuto, está regulado por el Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Los dos proyectos de ley, aprobado por el Parlamento del Reino de Marruecos, que extiende la delimitación de sus aguas frente a Canarias y Mauritania y su declaración de soberanía sobre las aguas del Sáhara Occidental, ampliando su demarcación oceánica, ha provocado una polémica y preocupación, sobre todo en Canarias, ya expuesto en una anterior entrega. Me dice Manuel Medina que existe un Comité sobre delimitación de espacios marítimos y un Tribunal de Justicia de Derecho del Mar que, expresamente, prohíbe actos unilaterales. En este sentido, la delimitación de aguas jurisdiccionales y territoriales, requiere un acuerdo mutuo entre Marruecos y España, al ser dos estados soberanos. En referencia al Sáhara Occidental, territorio cedido a Marruecos, en el polémico acuerdo Tripartito de Madrid 1976 (España, Marruecos y Mauritania). La enigmática descolonización, si bien es un problema abierto y hay todavía muchas cuentas que saldar, la cuestión es que ya han pasado casi 45 años y los derechos pendientes de autodeterminación, protegidos por la ONU y reconocidos por la Unión Europea, me parece que seguirá por tiempo indeterminado, en el “baúl de los recuerdos”,   al comprobarse la presunta existencia de sobornos, en la cesión del Sáhara por España a Marruecos. Por eso, los implicados, entre gobernantes ultra-franquistas y personal castrense de alta graduación de la época, se encuentran al abrigo del secreto oficial. Tenemos que tener en cuenta que todo sucede de forma precipitada, ante la incertidumbre del futuro de España, por la desaparición del entonces Jefe del Estado, el general Franco. El sucesor, Juan Carlos I, a título de Rey, se encontró con un panorama adverso y hostil y su quehacer estaba centrado en los destinos de la propia monarquía y el porvenir de un estado democrático, como así sucedió con la Constitución de 1978, después de legalizar al Partido Comunista de España, con la presidencia del gobierno, Adolfo Suárez.

     

    Quizás la descolonización del Sáhara fue a destiempo, pero la famosa “Marcha Verde”, organizada por el Rey alauita, Hassan II, protegido por Francia y EE.UU, entre otros países, precipitó los acontecimientos, provocando el citado acuerdo Tripartito, al que el Rey Juan Carlos I poco pudo hacer, por las presiones existentes y más pendiente del futuro Reino de España. A mi modo de ver, no se le puede achacar de cómplice, si analizamos la situación de finales de 1975, todavía con un Régimen autoritario y dictatorial.

     

    Años después, Jerónimo Saavedra (PSOE), entonces presidente del Gobierno de Canarias, se entrevistó con el Rey de Marruecos, proponiéndole una salida airosa para el Sáhara Occidental, que consistía en implantar un Estatuto de Autonomía, similar al de Canarias. Hassan II acogió la propuesta apropiada y favorable pero la cúpula del Frente Polisario, protegido por Argelia, no aceptó que, a mi modo de ver hubiese sido una buena salida y de bienestar para los saharauis, que permanecen en los campos de refugiados de la provincia de Tinduf, territorio argelino. Pero después de más de cuatro décadas de supuestos conflictos, y cuya solución sigue encallada, poco más se puede ahondar porque veo muy alejado un marco de cooperación e integración, cuando también priman intereses internacionales, como los de Francia y EE.UU. protectores de Marruecos.

     

    En cuanto a los intereses de Canarias, al no ser un Estado, solo nos puede proteger el Convenio de Derecho del Mar que reconoce los espacios marítimos de las islas como parte del Estado Español. Manuel Medina, experto en políticas internacionales, me expone que con Marruecos hay que tener un “tira y afloja” con una diplomacia con mucho tino (destreza). Por eso, es importante valorar bien la situación y negociar con Marruecos, cuyo ministro de Exteriores ha manifestado estar abierto al diálogo, después de entrevistarse con la ministra española de Exteriores.

     

    Estoy seguro que gestionando con sabiduría las actuaciones unilaterales aprobadas por los gobernantes del Reino de Marruecos, se avanzará en un entendimiento y se respetarán los espacios marítimos que le corresponde a las Islas Canarias, parte del Estado Español. Por ahora, no se puede hablar de crisis, sino de unas acciones, que en el ámbito del Derecho Internacional del Mar, tendrá poco recorrido jurídico. Eso sí, es recomendable evitar tensiones y manifestaciones hostiles, por parte de los gobernantes canarios, porque no allana el camino, sino lo entorpece…

     

    Hago constar que en el Reino de Marruecos hay muchos intereses económicos, turísticos y culturales, por parte de empresas, instituciones y ciudadanos canarios. Es obligación de los gobernantes autonómicos tener en cuenta dichos factores y actuar con cautela. Por encima de todo, resguardar y proteger dichos intereses. Como ya expliqué, las competencias, en relaciones internacionales, actualmente, pertenecen al Estado Español. Y solo es deseable que el Gobierno de Pedro Sánchez y del propio Rey Felipe VI, negocien a fondo con Mohamed VI y su gobierno, para reforzar el anclaje mutuamente, con el objetivo de una estrecha, comprometida y óptima relación entre los dos estados. En ese panorama se beneficiará los legítimos intereses del archipiélago canario, región ultraperiférica de la Unión Europea.

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