Sobre los cayucos, la geografía y la física
La teoría de los barcos nodriza para movilizar a la armada se fundamenta en bulos e informaciones con un fuerte sesgo ideológico
¿Porqué llegan los cayucos a El Hierro si Fuerteventura y Lanzarote están mas cerca?, preguntan internautas que buscan teorías de la conspiración para tratar de armar el discurso ultra que “traiga a la armada a defender la frontera que los cayucos los deja en El Hierro un barco que los traslada desde África".
Pues básicamente por un concepto físico que es conocido desde hace miles de años, pero que teorizó Euclides de Alejandría allá por el año 300 antes de Cristo. “La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos”.
Euclides es conocido como el padre de la geometría y en este sentido su máxima sobre la línea recta no ha sido refutada, pero para trazar una línea recta en un mapa hay que saber también de geografía, o interesarse un poco.
Máxime cuando los trabajadores de todos los servicios de rescate en alta mar afirman que "nunca se ha reportado ningún tipo de buque nodriza en la ruta canaria, en todos estos años".
Los Cayucos salen de Dakar
Primero que nada hay que saber que los cayucos salen de las playas de Dakar, capital de el Senegal, un país en vías de desarrollo que vive en una espiral de eterno retorno a la inestabilidad política.
Un país con una población joven que no para de crecer y que buscan en el viaje a occidente un motivo para la esperanza, la suya y la familiar. Una esperanza en forma de viaje por mar de 1.451 kms en embarcaciones que navegan entre 7 y 9 nudos , tardando entre 4 y 6 días en recorrer la distancia, cuando llegan claro, muchos quedan por el camino. A esas velocidades y con los motores de estos barcos 3.000 litros de combustible suele ser suficiente para llegar a destino... muchas veces no lo es.
Por dejar claro el tema de las distancias, de Dakar a cualquiera de las islas del resto de Canarias es un viaje más largo, a Tenerife que sería el siguiente más corto hay 100 kms menos y además, para que sea con esta distancia, habría que acercarse en esta ruta mucho a la costa Mauritana, con el correspondiente riesgo de cruzar aguas jurisdiccionales de terceros países y volver a la casilla de salida.
Tiempo, espacio y dolor
La situación es clara, con la tensión a la que Europa somete a Marruecos la ruta de los cayucos se recrudece, sobre todo en tiempo de bonanza. El viaje por tierra hasta El Aaium se hace más peligroso y embarcaciones, que en algunos casos rozan las 300 personas se convierten en grandes negocios para las mafias del tráfico de personas, y además en un puente desde la pobreza hasta la esperanza.
Vivir con esta dicotomía merece la búsqueda del equilibrio por parte de las administraciones públicas y también por parte de la sociedad, tarea esta última casi imposible con los mensajes de tensión y de odio que genera el diferente, el pobre, el miserable.
Veremos, pero una cosa está clara, en la rectitud de espíritu está la clave, que diría Euríclides.
