El 25 % de los niños en Canarias en riesgo de pobreza por la carestía de la vivienda
Según un informe de Unicef, cerca de 377.000 menores de cero a diecisiete años están en riesgo de exclusión social
En España la vivienda es, cada vez más, un factor que contribuye al aumento de los ya muy altos niveles de pobreza infantil. Y en esta materia, Canarias también se sitúa a la cabeza, sólo por debajo de Melilla. Según el reciente informe 'Yo también vivo aquí', elaborado por Unicef, el 25 % de los hogares de las Islas con menores de cero a diecisiete años a cargo tienen retrasos en los pagos relacionados con el domicilio, lo que provoca que cerca de 377.000 niños, niñas y adolescentes estén en riesgo de pobreza o exclusión social –780.000 en toda España–.
Tal y como explica la oenegé en el documento, los inmuebles en el Archipiélago se están convirtiendo –sobre todo en los últimos años– en un bien cada vez menos accesible para la mayoría de la población ante el crecimiento de los precios, la inexistencia de un parque suficiente de casas en alquiler, por la baja inversión en pisos de protección social o por la notoria escasez de vivienda pública, que es la opción habitacional para las familias más vulnerables. Un escenario que está afectando a casi la mitad de los residentes de las Islas, especialmente a los menores, vulnerando su derecho a una vivienda digna y, sobre todo, generando graves consecuencias en su desarrollo, su educación y su salud mental y física.
Si bien la crisis de 2008 dio lugar a una cierta estabilización de los precios, esto atrajo a inversores de capital global que aprovecharon las oportunidades que presentaba la nueva economía de plataforma basada en marcos tecnológicos y de venta online, tal y como señala Unicef. Como resultado, los alquileres aumentaron un 49,3 % entre 2014 y 2019 en todo el país, el valor de los inmuebles un 12,5 % y el gasto en servicios públicos por hogar un 7,9 %.
Los salarios medios, sin embargo, aumentaron solo un 9,1 %. Un estudio actualizado del portal inmobiliario Fotocasa de 2023 sobre los precios de oferta, apunta a una subida del 51,4 % de media en los últimos 10 años, con cifras que alcanzan el 86 % en Canarias –sólo superado por el 98 % de Baleares–. Un escenario que se ha acusado aún más en todo el mapa en los dos últimos años, ante el rápido crecimiento del coste de las hipotecas variables debido a la subida de tipos de interés, siendo en algunos casos de incluso un tercio del importe.
En este contexto, y como ha recogido la Fundación Foessa, el gasto en vivienda y sus suministros es el gasto predominante de los hogares, con un 32,5 %. Una cifra que ha crecido mucho en el peso de los presupuestos familiares, desde el 25 % que se dedicaba de media en 2006, hasta el casi un tercio actual. Además, según recoge Unicef, este peso es mucho mayor en el 20 % de los hogares con menos ingresos, en los que el coste de la vivienda y sus suministros supone un 42 % de su presupuesto.
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Por si fuera poco, a esto se le suman las situaciones de discriminación y barreras en el acceso a la vivienda por razón de etnia y nacionalidad, pero también por el tipo de familia (como las monoparentales). Una situación que “tiene un impacto determinante en los derechos de las niñas, niños y adolescentes”, reza el informe. Así, Unicef afirma que la tasa de pobreza infantil en España es del 28,9 % –es decir 2,3 millones de niños y niñas la sufren–, mientras que otros 780.000 están en riesgo de padecerla, elevando la tasa hasta el 38,6 %.
Esta realidad no sólo causa mella en el derecho fundamental de los menores a tener una vivienda digna, sino también tiene efectos en la salud física y mental y la educación, así como en el acceso al ocio y a la relación con familiares o iguales, según el estudio de Unicef. De todas estas consecuencias, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia se ha mostrado preocupado por el impacto en la salud física debido a la exposición a temperaturas extremas –frío o calor excesivo–.
Y es que, según detalla el informe, en Canarias el 16,5 % de los hogares con niños no pueden mantener una temperatura adecuada durante las estaciones más fuertes, frente al 16,7 % que registra todo el mapa español. Por otro lado, los problemas de salud mental y bienestar están relacionados con el hacinamiento o la incertidumbre en el futuro (por ejemplo, en casos de desahucio o de impacto de facturas).
Unicef apunta que esto eleva los niveles de estrés de los niños y los adultos complicando incluso el adecuado ejercicio de la crianza. La falta de espacio, de intimidad, de posibilidad de concentrarse y de tener recursos básicos (material escolar, electricidad o una temperatura adecuada) dificultan el éxito educativo y favorecen el absentismo.
Además, la oenegé recuerda que, a causa de las humedades o la falta de higiene, los niños y niñas pueden verse señalados en el centro educativo por su olor o su aspecto. De hecho, el 10,7 % de los hogares canarios sufren problemas de contaminación, suciedad u otros problemas medioambientales, lo que supone tan sólo 1,1 puntos por debajo de la media nacional, que es del 11,8 %.
