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El camello canario, clave en una investigación anticovid del CSIC

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas afirma que produce anticuerpos contra la COVID-19 basados en el sistema inmunitario de los camellos

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
  • foto dromemilk

     

    Hace dos años publicábamos que el CSIC iniciaba una investigación en la que se relacionaba el sistema inmunitario del camello canario (dromedario en otros lares) para tratar de producir nanoanticuerpos que bloqueen la entrada del coronavirus SARS-CoV-2 a las células y que, por tanto, puedan emplearse para reducir la infección en pacientes con covid-19.

     

    En este sentido un equipo de Investigadores del CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha obtenido anticuerpos con capacidad para neutralizar las variantes más virulentas del SARS-CoV-2, como la ómicron.

     

    "De hecho, la administración de una única dosis de estos anticuerpos protegió de la muerte causada por la COVID-19 a más del 90% de los animales que fueron infectados por el SARS-CoV-2. Además, en la inmensa mayoría de los casos lograron recuperarse completamente en dos semanas", afirma la Cadena Ser.

     

    Por lo tanto, estos anticuerpos pueden utilizarse cómo terapia efectiva en pacientes con la covid-19, según los resultados de esta nueva investigación que publica la revista científica Frontiers in Immunology.

     

    Este equipo del CSIC ha producido ya estos anticuerpos en un laboratorio mediante el uso de cultivos celulares y anuncian que la producción ya puede realizarse, a gran escala, para su aplicación como tratamiento en los hospitales.

     

    El CSIC ha patentado ya esta tecnología y ahora busca empresas interesadas en producir estos anticuerpos y poderlos llevar a las farmacias.

     

    Otra utilidad

     

    Por otra parte, estos anticuerpos tienen un gran potencial para la detección del virus, por lo que pueden ser de gran utilidad para diferentes formatos de test antigénicos del SARS-CoV-2.

     

    Los investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) dirigidos por Luis Ángel Fernández y José María Casasnovas seleccionaron los nanoanticuerpos que mejor se unían a la región de la proteína viral S (spike) del SARS-CoV-2 y que bloqueaban la entrada del virus en la célula.

     

    Los ensayos in vitro en células infectadas con SARS-CoV-2 identificaron aquellos con una mayor actividad neutralizante del virus en la plataforma de antivirales del instituto del CSIC, dirigida por los investigadores Urtzi Garaigorta y Pablo Gastaminza.

     

    Los ensayos in vivo se realizaron en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC) por Miguel Ángel Martín Acebes y Juan Carlos Saiz. Los investigadores demostraron el potencial terapéutico de cuatro de estos anticuerpos.

     

    Mediante ingeniería de proteínas se han humanizado las regiones VHH de estos anticuerpos, lo que permitirá su aplicación directa en ensayos clínicos. Estos anticuerpos podrían administrarse a pacientes infectados con SARS-CoV-2 que tuvieran riesgo de evolución a enfermedad severa (por ejemplo, pacientes inmunodeprimidos, que no hayan generado inmunidad tras vacunación, o no vacunados) y así paliar las consecuencias más graves de la covid-19, incluida la muerte.

     

    Los camellos, clave

     

    Los grupos de investigación del CNB-CSIC han desarrollado estos anticuerpos partiendo de segmentos generados por inmunización de camellos en colaboración con Juan Alberto Corbera, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Posteriormente fueron clonados en bacterias E. coli en el CNB-CSIC.

     

    “Los camélidos (dromedarios, llamas, alpacas, etc.) producen un tipo de anticuerpos capaces de reconocer al antígeno con una sola cadena de proteína, en lugar de dos como en el resto de especies animales. Así, la zona de reconocimiento del antígeno en estos anticuerpos es de menor tamaño, y pueden alcanzar regiones en la superficie de virus y bacterias inaccesibles de otro modo”, explica Luis Ángel Fernández, que dirige el grupo de ingeniería bacteriana del CNB.

     

    “En el laboratorio aislamos la zona de unión de estos anticuerpos, fragmentos de pequeño tamaño conocidos como nanoanticuerpos con gran capacidad de bloquear a virus y bacterias. Al tener secuencias muy similares a las de los anticuerpos humanos, pueden utilizarse directamente en terapia sin generar rechazo”, señala Fernández.

     

    Además, tienen algunas propiedades muy útiles, como su mayor estabilidad y resistencia a condiciones extremas.

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