El muelle de Tarfaya ya está abierto
Después de ocho años del naufragio del Assalama, el puerto de la vecina ciudad africana ya está preparado para operar
Redacción NoticiasFuerteventura
A falta de completar el equipamiento, el nuevo muelle de Tarfaya por fin es una realidad a penas 100 kilómetros de Fuerteventura y 3 horas de travesía en una embarcación rápida. La puerta al tráfico marítimo de pasajeros, vehículos y mercancías con el continente sólo está pendiente ahora a que las navieras que puedan estar interesadas en operar presenten sus solicitudes ante las autoridades marroquíes. Por la parte de Fuerteventura la disposición y el interés son máximos.
El ferry Assalama fue el último barco que zarpó del puerto de Tarfaya con destino a Fuerteventura, el 30 de abril de 2008, cuando las malas condiciones de navegación hicieron que rozara contra una escollera y sufriera una vía de agua. En ese momento la tripulación decidió que había que encallar el barco en una baja cercana para que el pasaje desalojara sin que hubiera mucho riesgo.
Desde entonces las comunicaciones marítimas entre la isla y el punto más cercano a Africa están paradas. Ningún pasajero puede ir desde la isla al continente. Es más, ningún pasajero puede ir vía marítima de Canarias al continente. Sí que existen líneas de carga, desde Agadir o Casablanca, pero son mercancías paletizadas y en contenedores, lo que encarece el transporte.
La solución que necesitaban diferentes compañías para operar con Tarfaya era la creación de un muelle que tuviera las condiciones necesarias para el tráfico de pasaje y mercancías, circunstancia que se ha solventado estos dias. En estos momentos en palabras de Juan Jesus Marichal, "hemos esperado mucho por esta obra, pero ya es una realidad. Ahora nos consta el interés de las autoridades marroquíes por tramitar los permisos de operaciones a las naviera que lo soliciten y cumplan con los requisitos técnicos".
Hay que recordar que recientemente la Cámara de Comercio de Fuerteventura mostraba su indignación después de que el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, expusiera su opinión favorable a «limitar la operatividad del Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) del muelle de Puerto del Rosario y dirigir toda la actividad comercial derivada de la línea marítima de Tarfaya hacia las instalaciones ubicadas en el muelle de Las Palmas».
La contundente reacción de la autoridades locales hizo que Ibarra matizara sus afirmaciones para acabar viajando a Fuerteventura y explicar que todo había sido producto de un mal entendido y que la Autoridad Portuaria si apoyaría el funcionamiento pleno del PIF de Fuerteventura. Algo imprescindible para que la línea con Tarfaya resulte atractiva para las operadoras.
