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Hallados ejemplares de pez “Fugu”, de consumo muy venenoso, en aguas de Fuerteventura

Esta especie, muy considerada en la gastronomía japonesa, solamente puede ser preparado por cocineros con años de aprendizaje

 

Redacción NoticiasFuerteventura

 

Unos jóvenes pescadores majoreros pescaban ayer un ejemplar de tamboril oceánico en aguas majoreras.  Al observar que no se trataba de un ejemplar muy habitual por estos lares, investigaron de qué se trataba y comprobaron que podría tratarse de un pez perteneciente al grupo de los peces globo, muy venenosos si se consume su carne, al poseer una fuerte neurotoxina que puede causar la muerte al comensal en pocas horas.

 

En Japón es conocido como pez «Fugu» y forma parte de su gastronomía, aunque solo puede ser preparado por cocineros con años de aprendizaje y formación, ya que a pesar de las precauciones, no son raros los accidentes mortales que se producen cada año por su ingesta, debido a la tetratoxina que puede ser letal, lo que le ha dado pinceladas de leyenda a su preparación culinaria, para lo que es necesario pasar un largo curso de hasta tres años de duración, donde aprender a manipular y cortar el pescado vivo, de tal forma que el veneno no salga de sus glándulas y no constituya peligro. 

 

 

Los pescadores majoreros conocen a este "tamboril" desde hace años. "No tenemos constancia de que su consumo sea peligroso, pero más que nada porque nadie se lo come" nos confirma un pescador de la cofradía de Gran Tarajal, quien apunta a que "tienen unos dientes terribles y se comen el nylon aunque tengan mucho grosor con una facilidad asombrosa. A veces se ven bancos enteros a la proa del barco y da respeto, da la sensación de que si te caes no sales de ahí, parecen pirañas" apunta. Pescadores a quienes les gustaría conocer la opinión de expertos sobre los riesgos de consumir esta especie "más que nada por precaución, ya que hasta ahora no sabemos de nadie que se haya intoxicado" aseguran.

 

El Fugu, o tamboril oceánico es una especie poco común en Canarias, pero su presencia es cada vez más habitual. pudiendo estar relacionado directamente con el cálido verano que hemos padecido y el incremento de la temperatura del mar (dos grados por encima de la media habitual). Además se trata de una especie no migratoria que suele asentarse en los lugares en los que recala, por lo que su presencia en el archipiélago puede ser definitiva. 

 

El tamboril oceánico tiene cuerpo fusiforme, piel sin escamas, cabeza que recuerda a la del pez luna con grandes ojos, y boca redonda y con pico. Dorso oscuro con manchas negras, y vientre es muy elástico, blanquecino con puntos negros y una serie de espinas, y se hincha al sentirse amenazado.

 

Los expertos pescadores piden prudencia a quienes pesquen algún ejemplar de esta especie y recuerdan que "no deben ser consumidos ni comercializados".

 

La invasión de especies exóticas parece una constante con la subida de temperaturas de las aguas del archipiélago.  El apreciado y peligroso "Fugu" que alcanza precios astronómicos en Japón ha llegado a aguas majoreroras. 

 

 

 

 

 

 

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