La isla más hermosa que conozco
Vicente Molina Foix escribe un extenso artículo sobre las excelencias de la isla en la revista el Viajero de El País
Redacción NoticiasFuerteventura/G.Azumendi
“Del mar de dunas de Corralejo, en el norte, a los deslumbrantes arenales de Jandía, en el sur, una ruta esencial por la isla canaria que enamoró a Unamuno con escala en el islote de Lobos”, así comienza el popular autor con su reflexión sobre nuestra isla en un extenso artículo.
“La isla, una de las más hermosas que yo conozca, tiene forma de hueso largo acabado en un pie extenso, y esa silueta, descubierta gradualmente desde el avión si no la ocultan las nubes, anuncia su esqueleto de piedra. A Fuerteventura hay sin embargo una segunda vía de acceso menos dramática, por mar. En la vista a ras de agua a medida que el ferri se acerca desde Lanzarote, la isla es igual de pétrea, pero la animan, cuando ya el barco cruza el estrecho de la Bocaina, los edificios y las arenas plateadas de Corralejo, a la derecha.”, con este comienzo nos aventura en un reportaje donde recorre desde Lobos a Cofete, nombrando playas y rincones con un gran nivel de detalle.
Tras una literaria referencia al sentimiento que le produjo a Unamuno la isla de Fuerteventura, “La aulaga es un esqueleto de planta; la camella es casi esquelética, y Fuerteventura es casi un esqueleto de isla, designando incluso al gofio como esqueleto de pan, sin duda en una época en que esta suculenta masa de harina de grano tostado era menos universal que ahora en tanto que ingrediente culinario muy variado en la gastronomía canaria y no solo majorera.”. Dando paso así a diferentes referencias sobre las riqueza de nuestros quesos, potajes o postres
El cereal de secano (trigo, cebada o maíz, allí llamado millo) tiene un protagonismo casi ineludible; como guarnición de carnes y pescados, disuelto en los potajes, de postre amasado, para mi gusto excesivamente dulzón y denso, y, según parece, también añadido por muchos a su café con leche matutino y a la papilla infantil.
“Las primeras producen la delicatessen de los quesos majoreros, cuya variedad es casi infinita; mi paladar aprecia más el queso curado, de atractiva tonalidad marfileña, aunque los tiernos tienen naturalmente un comer más agradecido.”
Tindaya, Beancuria, pescadores en Corralejo o Cofete, molinos o camellos, quesos y potajes, son algunos de los temas que Molina Foix trata en su texto con una gran dosis de admiración, de empatía, igual hasta de satisfacción por haber conocido Fuerteventura, la que llama “una de las islas más hermosas que conoce.”
