La lava baja muy líquida y alimenta la nueva isla baja

Las lluvias que llegan con la borrasca podrían complicar mucho la situación debido a la fuerte acumulación de cenizas

Las nuevas coladas de lava de los últimos días bajan a una velocidad de 10 metros por segundo debido a la menor viscosidad de la misma. Los nuevos aportes están subiendo con menos material y escorias que hace que todo fluya con más velocidad hacia el mar producto de la gravedad.

De esta forma la nueva isla baja o Fajana, situada más al norte “recibe todo este material, muy líquido y que baja muy rápido bordeando la Montaña de la Laguna”

“La Fajana esta ya tiene casi una decena de hectáreas y una amplitud de casi 300m cayendo por el acantilado y 500 metros de ancho en la fajana. Como curiosidad esta mañana se ha colapsado parte del acantilado, provocando una buena columna de vapor, polvo y cenizas sobre el mar”, afirman los expertos de Volcanes y Ciencia Hoy.

Esperando las lluvias

Todos los modelos meteorológicos apunta a que el frente que entra por el noroeste llevará muchas lluvias a la isla de La Palma, y en este sentido asusta la combinación de las lluvias y la gran acumulación de ceniza en toda la zona del Valle de Aridane.

«Es una conjunción de multipeligros. Las lluvias intensas por sí solas constituyen un problema y el volcán, también», explica la volcanóloga del Instituto Geográfico Nacional, Alicia Felpeto.

También preocupa la cantidad de ceniza acumulada en las azoteas de casas y construcciones. «La ceniza fina y el lapilli absorben el agua y aumentan de peso. En los edificios sería un problema porque les añadiría más carga», afirma.

Si las lluvias fueran fuertes “se producen escorrentías que arrastran la ceniza que encuentran a su paso y que son mucho más densas que el agua por sí sola”, explica.