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ITB: No hay éxito turístico sin mejoras laborales

Por Mario Cabrera González

 

El panorama que desde la ITB adelantan los agentes turísticos y las administraciones para los dos próximos años del sector en Canarias parece inmejorable. El número de plazas aéreas con Alemania sube un 14'8%, y el de compra de paquetes turísticos, un 20'1%. La demanda es tan importante que proliferan las compras anticipadas de plazas alojativas por parte de los grandes operadores, hasta aspirar a hacerse con el 100% de lo disponible. Tal es así, que los hoteleros locales han optado por vender sólo hasta el 85% de sus plazas y conservar un margen de maniobra de última hora.

 

La ocupación media estimada para los próximos 12 meses está por encima del 80%. En el acumulado, hay islas que suman un crecimiento turístico de entorno al 15%, sólo en los dos últimos años. Una de las consecuencias es la subida de precios, que algunos sitúan entre un 1% y un 5%. De previsiones de gasto en destino y beneficios empresariales aún no sabemos nada, pero se esperan optimistas. ¿Habrá aumento de sueldos?

 

Pero hay otra cara en el mercado del supuesto éxito turístico. La externalización de plantillas no es una moda coyuntural de gestión empresarial. Amenaza con implantarse indefinidamente. Nació como recurso ocasional para proporcionar respuestas flexibles a demandas temporales, y se ha convertido en una herramienta de maximización de beneficios a costa de condiciones laborables.

 

De esta manera, aumenta sin parar la subcontratación de tareas a empresas de trabajo temporal dentro de los propios establecimientos turísticos, gracias a la permisibilidad de la legislación laboral del funesto gobierno de Rajoy.

 

El fraccionamiento de los contratos es el otro ariete contra los trabajadores. Estos días lo comentábamos en el Parlamento de Canarias: la legislación actual es tan servil hacia los intereses de las grandes empresas, que facilita la conversión de empleos que durante décadas han sido estables y a jornada completa, en trabajos por horas o fracciones de jornada… Pero sin que ello implique una disminución de exigencias de rendimiento. A las camareras de piso, por poner un ejemplo, con contratos de media jornada se les reclama casi el mismo rendimiento que cuando tenían contrato a jornada completa. Y los sueldos no suben.

 

Las consecuencias que traerá a medio plazo esta dinámica de degradación de las condiciones laborales afectan también a la salud de las propias trabajadoras.

 

Comentábamos en el Parlamento que las condiciones laborales de las camareras de piso son tan  duras que ninguna llega a jubilarse a los 65 años en su puesto de trabajo, porque las enfermedades relacionadas con su labor se lo impiden: contracturas crónicas, hernias discales, afecciones a la médula espinal, daños en el túnel carpiano, crisis de ansiedad permanente, estrés, depresiones crónicas, etc. ¿Qué ocurrirá en unos años con quienes a las condiciones que ya de por sí eran duras, han de añadir ahora los efectos derivados de la precarización del trabajo por la última reforma laboral?.

 

¿Y las inspecciones laborales dónde están? Pues según lo que nos explican algunos representantes de trabajadores del sector, son pocas y se quedan en las pymes. Por poner un ejemplo: cuando alcanzan a los grandes establecimientos no hablan con los trabajadores ni contrastan la información que ofrece la empresa con la que ellos aportan.

 

No se pude generalizar, ya que hay dignísimas excepciones entre el empresariado, pero hay que reconocer que la degradación de la calidad laboral va en aumento.

 

Hay que buscar soluciones urgentes.

 

El pasado mes de febrero los diputados de CC por Fuerteventura llevamos al Pleno del Parlamento una iniciativa para constituir un grupo de trabajo en el que participe el Gobierno, las administraciones locales, el sector empresarial y los representantes sindicales y sociales relacionados con el empleo turístico, del que puedan surgir acciones concretas y urgentes.

 

Un sello de garantía concedido por los propios representantes de los trabajadores que acredite a los establecimientos con óptimas condiciones laborales, puede ayudar. Exigir al Ministerio que amplíe y mejore las inspecciones laborales, también. Por supuesto que la derogación de la reforma laboral sería una de las medidas más importantes...

 

Pero el Gobierno de Canarias debe asumir ya esté mandato del Parlamento y comenzar a trabajar, porque estamos hablando del sector más importante de la economía canaria y cuyas condiciones laborales afectan a más familias.

 

Las administraciones canarias destinan muchos recursos públicos a promocionar en todo el mundo nuestro sector turístico. Invierten en traer líneas aéreas, en seguridad para los turistas y en acondicionamiento y limpieza de entornos turísticos. Ya es hora de que la sensibilidad social de los canarios hacia la actividad turística tenga también una respuesta en forma de respeto empresarial hacia las condiciones laborales.

 

La calidad del destino empieza porque los trabajadores puedan desarrollar sus funciones en un ambiente laboral óptimo. No podemos hablar de éxito turístico si no mejoran la condiciones laborales de los trabajadores del sector.

 

Mario Cabrera González

Diputado de CC por Fuerteventura

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