La instalación de la eólica marina en Canarias va con retraso
Los plazos para instalar en Gran Canaria el primer parque flotante de España se demoran debido al retraso en la subasta
La puesta en marcha de aerogeneradores marinos flotantes en el año 2030 en la zona de alto potencial para su desarrollo, creada en el litoral este de Gran Canaria, va contrarreloj. Los plazos empiezan a complicarse para cumplir con la previsión de que estas aguas, situadas a más de seis kilómetros de la costa, desde un poco más al norte de la península de Gando hasta la altura de Castillo del Romeral, alberguen el primer parque eólico marino de España a principios de la próxima década.
A medida que el tiempo sigue avanzando, el proceso administrativo permanece detenido desde el pasado abril, cuando finalizó el período de consulta pública sobre el marco regulatorio para la implantación de la eólica marina en España. Estas normas definirán las reglas de las subastas que determinarán qué proyectos serán seleccionados para su ejecución.
El Ministerio para la Transición Ecológica elegirá mediante subasta este primer parque eólico que se instalará en Gran Canaria en una parte de la superficie de 163,89 kilómetros cuadrados que el Plan de Ordenación del Espacio Marino de Canarias (POEM) aprobó en febrero de 2023, siendo inicialmente un único proyecto el que resulte seleccionado, ya que la potencia que saldrá a concurso oscilará entre 200 y 300 megavatios (MW).
A día de hoy aún falta que el Consejo de Ministros apruebe la versión final del Real Decreto que fijará el marco regulatorio del concurso y que posteriormente la Secretaría de Estado lo convoque. Las estimaciones más optmistas hablan de 2025 para completar este proceso y después serían las empresas concursantes las que tendrían que presentar sus ofertas. Sumado al período en el que la empresa adjudicataria consiga los permisos y la financiación pertinentes, nos encontramos con una difícil carrera contra el tiempo para llegar al horizonte marcado de 2030. Un proyecto de parque eólico flotante en aguas canarias que, no olvidemos, tendrá un coste de inversión de alrededor de 800 millones de euros.