Un vuelo con destino a Lanzarote acaba en Benidorm, ¡previa escala en Tenerife!
Los pasajeros, procedentes de Manchester, no daban crédito a lo ocurrido
Surrealista. Es como se puede considerar al vuelo LS981 de Jet2 que partió de Manchester con destino a Lanzarote el pasado 21 de octubre y que acabó en Benidorm, eso sí, previa parada en Tenerife. Una odisea que, a simple vista, cuesta entender, incluso para los pasajeros que iban en él, tal y como publica Diario de Avisos.
Cuando se llevaban cuatro horas de vuelo, las condiciones meteorológicas propiciaron que el avión tuviera que aterrizar en Tenerife. Es una práctica, no demasiado habitual, pero que tampoco se sale de lo lógico. Lo malo, según recoge el Manchester Evening News es que, por megafonía anunciaron algo que no parecía tan lógico: el vuelo iba a ser llevado hasta Alicante.
“No nos dieron ningún tipo de explicación, nos sentimos prisioneros”, denuncia uno de los pasajeros, que, además, reconoció que no fue algo que solo los indignó a ellos: “La tripulación y el piloto estaban muy enfadados, gritando, tampoco lo entendían”.
El vuelo con destino a Lanzarote acabó aterrizando, de madrugada, en Alicante, para ser trasladados a Benidorm: “Esperamos 40 minutos por nuestro equipaje, 30 minutos para tomar un autobús y cuando finalmente llegamos a Benidorm a las 5:15 am tuvimos que hacer cola en la calle para conseguir una habitación en el hotel”.
Por parte de Jet2 la explicación es clara: todo se debe a condiciones climatológicas adversas, según recoge el propio medio: “Ofrecemos nuestras más sinceras disculpas a todos los afectados, pero es algo que está fuera de nuestro control”.
“Aunque comprendemos las enormes molestias que esto causa, nunca pondremos en peligro la comodidad, la seguridad y el bienestar de todos. Hemos proporcionado a los clientes alojamiento en hoteles, y nuestros equipos han estado trabajando sin descanso para cuidar de todos”. Podemos confirmar que el vuelo saldrá hacia Lanzarote esta tarde”, dijeron.
El vuelo con destino a Lanzarote llegó un día más tarde a destino, con una odisea de más de 24 horas.
