Levantamiento del Arado, fuerza y destreza
Puede considerarse como una actividad relativamente moderna, heredada de otras manifestaciones de fuerza
El levantamiento del arado es una prueba y demostración de fuerza consistente en levantar un arado (muchas veces junto a los accesorios de la arada) agarrándolo por el extremo contrario a la reja, solamente con la intervención de los brazos, hasta la vertical, mantenerlo en equilibrio y descenderlo después de forma controlada hasta la horizontal, mantenerlo de nuevo durante un tiempo e introducir, finalmente un giro completo de 360º para mostrarlo al público antes de depositarlo en el suelo.
El origen se relaciona con la necesidad del ser humano de medir su fuerza, utilizando para ello los materiales que se encuentran en su entorno, y con la importancia de la fuerza física en medio rural. El levantamiento del arado tal y como lo conocemos en la actualidad debe su sistematización y difusión al luchador José Rodríguez Franco (El Faro de Maspalomas) quien observó esta demostración de fuerza en Matías Hernández, un agricultor de Telde, sobre los comienzos del siglo XX.
“[Los orígenes] cronológicamente nos situaríamos a principios del s. XX, en la ciudad de Telde, el arado no sólo sería una necesidad productiva sino un complemento en los momentos del ocio”. (Betancor, M.A. 1990). 55 El carácter ocasional de esta práctica, vinculada a la presencia de este apero agrícola, durante su transporte, el tiempo de descanso después de la arada o en reuniones en patios o junto a alpendes y pajeros, ha hecho que estemos ante una actividad cuya cronología se basa en fuentes orales.
Así, puede considerarse como una actividad relativamente moderna, heredada de otras manifestaciones de fuerza. La difusión y tradición ha sido escasa, practicándose en Gran Canaria y Tenerife, aunque también existen referencias de otras islas. No se puede hablar de un artefacto tipo puesta que cada artesano lo construye a su manera y en función del lugar donde se vaya a utilizar.
Aún así, es posible establecer el empleo de arados que oscilan entre 3,75 y 4,50 metros de longitud. Su peso dependerá de los elementos o accesorios del arado: timón, yugo, guijada, frontiles y reja, pudiendo alcanzar más de 70 kg. de peso, al estar elaborados con maderas fuertes y pesadas. 56 Además, tienen la particularidad de que la carga se concentra en extremo opuesto al punto donde se va a efectuar la palanca. El gesto técnico es fundamental para poder elevar el arado. El artefacto se agarra por el extremo del timón y las piernas tienen que estar apoyadas, en equilibrio, en dirección a la reja.
El levantamiento se inicia tumbándose hacia atrás como contrapeso del arado y llevándolo hasta la horizontal a la altura de la cadera, como paso previo para situarlo en la vertical y en equilibrio. El trabajo de los brazos y la utilización del muslo como punto de apoyo de la realización de la palanca son fundamentales en la fase de alzamiento del arado.