Un penalti en el minuto 91 tumba a la UD
Munir tuvo la más clara para los amarillos desde los once metros, en el 31, por mano de Aridane dentro del área
En el Estadio de Gran Canaria todo pasa en los últimos instantes. Cuando mejor estaba el partido para los amarillos, Álex Suárez provocó un penalti en el 91, que acabó convirtiendo Bebé tras un disparo raso y fuerte imposible de atajar para Valles.
En el Estadio de Gran Canaria todo pasa en los últimos instantes. Cuando mejor estaba el partido para los amarillos, Álex Suárez provocó un penalti en el 91, que acabó convirtiendo Bebé tras un disparo raso y fuerte imposible de atajar para Valles. Los amarillos también tuvieron una oportunidad desde los once metros en el 31, que Munir no supo convertir, tras una mano de Aridane dentro del área Dimitrievski le adivinó las intenciones y se tiró abajo para sacar el esférico. El maestro convertidor de penaltis no había sido convocado y esta vez no le sirvió a la UD para conseguir el triunfo.
El encuentro arrancó con un Rayo Vallecano sin apuros con la posesión del balón. El conjunto madrileño no se mostraba intimidado ante la alta presión de los amarillos en su campo. Sin embargo, la UD no tenía dificultad para acercarse al área rival. En pocos pases, los de Pimienta forzaron un córner que significó la primera del partido para los de Pío XII. En el dos de encuentro, un remate de cabeza de Coco obligó a que Dimitrievski se estirara para atajar el balón. La circulación de la escuadra madrileña seguía siendo lenta, al contrario que la de los amarillos, que buscaban directamente el último pase.
Pejiño volvía a su banda preferida y buscaba constantemente perfilarse hacia el centro en búsqueda de un espacio para disparar. Munir y Marc Cardona mostraban actividad en los desmarques en profundidad. Pathé Ciss estaba siendo el desahogo para los vallecanos. El pivote senegalés era el encargado de dar salida al juego de su equipo ante la presión alta de la UD Las Palmas. Raúl de Tomas y Kike no conseguían perforar a la pareja de centrales formada por Coco y Mika Mármol. Cuando más tranquilo parecía el escenario, Ciss volvió a ser protagonista para, después de dejar sentado a Muñoz con un recorte, propinar un disparo fortísimo desde fuera del área en el 13 que chocó con la madera de la portería de Valles.
Pejiño se lo pasaba bien. No le estaba costando driblar a Espino y no paraba de hacer conducciones hacia el centro buscando pases en profundidad. En el 19 Coco veía una amarilla al cortar una contra precedida de una pérdida de balón de Kirian. Una acción que podía condicionar el partido del central lanzaroteño. Llegados al 22, el Rayo se encontraba cómodo con el esférico y conseguía robar balones en el campo de los locales. Los centros rasos laterales estaban siendo el principal arma de la UD Las Palmas. Sin embargo, no encontraban rematador. Volvió a avisar el Rayo con un disparo de zurda de Raúl de Tomás que se marchaba alto, tras un centro raso al área.
En el 31, Iglesias Villanueva señalaba penalti a favor de los amarillos por mano de Aridane. El central conejero había bloqueado con el brazo un disparo de Sergi Cardona que se dirigía a portería. Sin Viera, Munir era el encargado de lanzar. Tenía la oportunidad de firmar su primer gol con la camiseta de la UD Las Palmas. Sin embargo, una gran estirada de Dimitrievski conseguía rozar el esférico para que tocara en la madera y saliera fuera. Lo tiró bien. Fuerte, raso y cerca del palo. En este caso el mérito fue del arquero que adivinó la trayectoria. La nulidad goleadora del hispanomarroquí seguía vigente.
En el 35, Pejiño volvía a dar salsa al encuentro apareciendo solo en el segundo palo para controlar un centro de Sergi Cardona y enviar el esférico a las manos del guardameta rival. Los de Pimienta estaban teniendo una recta final del primer tiempo con ocasiones. Sin embargo, tardaban demasiado en finalizarlas y faltaba atrevimiento desde fuera del área. Tampoco el mediocampo estaba confiando en los desmarques en profundidad de los delanteros, que no recibían balones en largo. A cinco del descanso, Munir y Pejiño comenzaban a colocarse más al centro para atacar. Sergi Cardona y Suárez servían de carrileros. Algo que afectaba especialmente al segundo, que le costaba hacer el doble esfuerzo para bajar a defender. Se terminó así un primer tiempo (0-0) con ocasiones para los dos equipos en el que faltó decisión en las dos áreas.
La segunda parte comenzó con un cambio para el equipo local. Se marchaba Coco y entraba Julián Araujo. Todo apuntaba a que la tarjeta amarilla vista en el primer periodo había condicionado este acontecimiento. Moleiro saltaba a calentar junto a Perrone y Marvin. El tinerfeño podría hacer su debut en Primera División. Lo amarillos volvieron del descanso con ganas de llevarse el partido. En el 52 Pejiño intentó anotar desde el saque de córner y obligó que Dimitrievski tuviera que despejar el balón. La posesión era de los locales, que no paraban de asediar el área visitante. Sin embargo, era difícil encontrar una línea clara de disparo y cuando lo conseguían, no generaban peligro a la portería rival.
Valles, que llevaba casi todo el partido sin trabajo, tuvo que sacar un remate de cabeza de Aridane en el 54 que iba con mucha intención. Marc Cardona había abandonado la posición de delantero centro y servía de extremo izquierdo. Munir era el encargado de hacer de ariete. Pejiño era el único que agitaba la fiesta. El alma del verde, que invitaba a bailar a cualquiera que fuera el encargado de fijarle. El problema era que se estaba echando de menos la figura del delantero rematador. Quizás era el momento de Sory Kaba.
Llegados a la hora de juego, el de Barbate se marchaba por Marvin y Perrone entraba por Loiodice. Una tarde más sin premio para Pejiño. Munir, como de costumbre, en el verde hasta el final. Su continuidad en el campo empieza a parecer una condición contractual. Se estaban creando más espacios en el terreno de juego y Marvin era el encargado de aprovecharlos con incursiones por banda derecha y centros de peligro al área. Moleiro al fin hizo su debut en Primera en el 72. Entró por Munir y todo el estadio coreó su nombre y a punto estuvo de marcar el primero de la tarde en la primera ocasión que tuvo. El tinerfeño consiguió meterse hasta la cocina y propinar un disparo cruzado de zurda que se paseó por delante de la portería visitante.
A falta de quince para el final, Marc volvió a la posición de Ariete y Moleiro servía de extremo izquierdo. La electricidad y las ganas de jugar del tinerfeño tenían que darle color a un partido en el que faltaban ocasiones claras. El ambiente se caldeaba tras una falta sobre Álex Suárez. La afición sabía que habían llegado los minutos decisivos del partido y cualquier error podría costar la derrota. La UD tuvo que esperar al 83 para tener en el once al delantero rematador que tanto necesitaba. Sory Kaba hacía acto de presencia a siete para los 90. A falta de cinco para el final, el colegiado pitó un penalti a favor del Rayo Vallecano por falta dentro del área de Álex Suárez. Bebé acabó convirtiéndolo y firmó la victoria para los visitantes.