Los números, siempre los números
Editorial
Que el desfase sanitario de Fuerteventura es una lacra para la sociedad majorera no hay ninguna duda. Un desfase agravado por las políticas impuestas por Europa al estado español en materia de contención del gasto, es cierto, pero también un desfase relacionado con la falta de empeño de los políticos majoreros durante los últimos 20 años.
Y digo de los políticos majoreros porque en la dinámica insularista en la que se han manejado los presupuestos del Gobierno de Canarias, solamente la presión de los parlamentarios y su influencia en las diferentes cúpulas de los partidos son viables para conseguir réditos sanitarios o de cualquier otra índole en la isla de referencia.
El señor Baltar nos comentaba ayer que existe este desfase, que es real, y queremos desde esta redacción pensar que algo ha cambiado, puesto que antes la mentira era en nuestro propio rostro, ya que cualquier representante del Gobierno que nos visitaba nos afirmaba que todo estaba bien y todos estábamos igual.
Bien, algo ha cambiado. Igual es la situación en minoría del gobierno canario, igual es la capacidad financiera derivada de los votos 175 y 176 del parlamento español (NC/CC), o igual, que es lo que queremos oír, que los parlamentarios de Fuerteventura han empezado a comprender como se manejan los dineros y cuales son los equilibrios de las islas en los mismos.
Otros números interesantes son los 80.000 clientes que tiene la sanidad majorera frente a las 20.000 tarjetas sanitarias, o los 7 millones y medio de euros de sobre coste anual que tienen los extranjeros en la sanidad de la isla.
La andanada insularista de algunos partidos políticos en cuanto a la reforma de la ley electoral puede abrir el melón que traiga la vuelta de la insolidaridad en Canarias. Desde esta editorial abogamos por el sentido común de todos los representantes políticos majoreros. Cuidado con los números.