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Cada vez más calimas

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentaba esta semana la quinta edición anual del boletín "Polvo en Suspensión en el Aire"

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    Casi todo el 2021 ha sido una permanente tormenta de arena en la zona del Sahel africano, se mueve hacia el norte o hacia el sur en función de los vientos reinantes y amenaza con ser el peor año en décadas, tras las grandes tormentas de arena vividas en el 2020. En este sentido se caracteriza la linea argumental del informe anual de la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua, la OMM.

     

    De esta forma la pasada temporada de invierno se caracterizó por una intensa actividad de tormentas de arena y polvo y por elevadas concentraciones de estos materiales en superficie, que continúa hasta ahora.

     

    Desde el punto de vista de las islas el episodio más destacado se produjo el año pasado, cuando el 23 de febrero se produjo una intrusión de polvo sin precedentes en la historia del archipiélago. Fuerteventura permaneció cuatro días de carnaval sumida en una terrible tormenta de tierra.

     

    Las concentraciones horarias de PM10, partículas que pueden penetrar en los pulmones y causar problemas respiratorios y enfermedades, superaron los 3 000 µg/m3 en el punto álgido del evento, provocaron la cancelación de 1.000 vuelos, deterioraron la calidad del aire y ocasionaron trastornos en la agricultura, la producción de energía solar (pérdidas valoradas en cerca de un millón de euros) y los sistemas ecológicos, a raíz de una irrupción sin precedentes de aves e invertebrados en las islas procedentes del continente africano.

     

     

     

    Unos meses más adelante, sin repercusión en el archipiélago, y durante el verano de 2020, hasta el Caribe llegaba un histórico penacho de polvo africano que fue denominado Godzilla por su gran extensión geográfica y por la cantidad récord de polvo que transportó.

     

     

    Ese penacho, cuya superficie era prácticamente igual a la del territorio continental de los Estados Unidos, cubrió zonas de la gran cuenca del Caribe, el norte de Sudamérica, América Central, el golfo de México y el sur de los Estados Unidos. Afectó a la región durante unos 15 días, en concreto, del 18 de junio al 2 de julio de 2020.

     

    Un 2021 aún más complicado en el Sahel

     

    Durante lo que llevamos de año 2021 no ha parado, como decíamos, una interminable calima que afectando menos al archipiélago por los alisios, nos ha ido bordeando casi siempre por el sur.

     

     

     

    La concentración media anual de polvo en superficie más alta estimada en 2020 (entre 900 y 1.200 microgramos por metro cúbico) se observó en algunas zonas del Chad, en la parte norte de África central, país que queda siempre bajo los efectos de esta concentración por más que en otras latitudes se desplace.

     

    LA OMM informa el pasado miércoles

     

    La a Organización Meteorológica Mundial (OMM), la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua informaba en la quinta edición anual del boletín de la OMM, ‘Polvo en Suspensión en el Aire’, difundido este pasado miércoles sobre la incidencia y los peligros de las tormentas de arena ocurridas en 2020.

     

    En este sentido se aclara que estas tormentas se producen cuando el aire extremadamente caliente hace que la atmósfera inferior del desierto se vuelva inestable, lo que provoca fuertes vientos que remueven enormes cantidades de arena suelta y la transportan a cientos, y en ocasiones a miles de kilómetros. Según esta línea argumental el calentamiento global producto del cambio climático probablemente irá aumentando este tipo de fenómenos.

     

    Se vincula a problemas de salud

     

    La arena en suspensión en el aire también se vincula a problemas de salud, como afecciones respiratorias o meningitis, provoca regularmente el cierre de aeropuertos y la cancelación de vuelos, y crea condiciones peligrosas en las carreteras. Además, perturba sectores socioeconómicos clave, como la agricultura o la escolarización.

     

    La concentración mundial de arena mineral en superficie se mantiene

     

    Por su parte, la jefa de la División de Investigación sobre el Medioambiente Atmosférico de la OMM, Oksana Tarasova, ha apuntado que "las tormentas de polvo y arena son un peligro muy visible que entraña graves consecuencias.

     

    Solo en los últimos meses, hemos visto la nieve teñirse de marrón en las montañas europeas, la calidad del aire se ha degradado en gran parte de China hasta generar un ambiente asfixiante, y un enorme penacho se ha desplazado desde el Sáhara hasta Sudamérica. Y esos son solo algunos ejemplos".

     

     Un trabajo de la NASA le daba en el 2015 mucha importancia a la calima

     

    Cada año unos 182 millones de toneladas de polvo del Sahara son desplazadas por el viento hacia el Atlantico. De este total, unos 27,7 millones de toneladas de polvo se precipitan sobre en la cuenca del Amazonas, según los datos del periodo 2007-2011 analizados en un estudio de la NASA publicado en 2015 en un artículo de la revista Geophysical Research Letters de la de la Unión Geofísica Americana.

      

    Los responsables del trabajo destacaban que la cantidad de polvo que se registra en este fenómeno es muy variable de un año a otro y que son necesarios nuevos estudios para determinar si existen patrones a largo plazo o tendencias relacionadas con procesos como el cambio climático.

     

     

    El Amazonas depende del Sáhara para mantenerse fértil

     

    De particular interés en este estudio es la importancia del polvo en suspensión que llega del Sáhara a diferentes lugares del mundo, y sobre todo el polvo recogido de la depresión Bodélé en el Chad. Este antiguo lecho del lago contiene enormes depósitos de microorganismos muertos que están cargados con fósforo. Los suelos amazónicos son escasos en fósforo y otros nutrientes esenciales que son arrastrados por las lluvias frecuentes. Por lo tanto, todo el ecosistema del Amazonas depende de polvo del Sahara para reponer estas pérdidas.

      

    Importancia del Fósforo

     

    El estudio calculaba hace unos años que el Amazonas pierde unas 22.000 toneladas por año de Fósforo por la lluvia y las inundaciones, y es este elemento, junto al nitrógeno o el hierro nutrientes fundamentales en el crecimiento de las plantas y en la riqueza de un suelo fértil. Todos esos nutrientes se aportan en el polvo en suspensión que saliendo de Africa recorre casi 10.000 kilómetros hasta la costa Sudamericana.  Ese viaje transoceánico desde África hasta América, se ha descubierto ahora, es fundamental para la selva.

     

    La cadena alimenticia del atlántico

     

    Por otro lado,  los nutrientes de Fósforo esenciales para la vida de uno de los organismos más importantes en la evolución del planeta, el Fitoplacton, también son aportados por la calima en el océano Atlántico.

     

    El Fitoplacton, además de ser el responsable de que exista oxigeno en la Tierra (y por tanto le debemos la vida), es también la base de la cadena alimenticia en los mares y océanos. Sin su existencia no podrían alimentarse el resto de animales.

     

    Climatólogos y biólogos marinos estudiaron, por otro lado,  durante más de diez años el viaje de las partículas del Sáhara en dirección oeste sobre el océano Atlántico , y en el curso de estos estudios, resultó, que el polvo en suspensión que quedaba en el océano procedente de África, también era rico  en nitrógeno, hierro y como hemos visto, fósforo.  Todos estos componente  de la Calima “fertilizan” el océano Atlántico, y se promueve el crecimiento del fitoplancton.

     

    Beneficio añadido

     

    Por otro lado, los meteorólogos saben que estos microorganismos son una parte fundamental en la lucha contra el efecto invernadero, ya que el fitoplacton absorbe dióxido de carbono de la atmósfera. De esa manera el efecto invernadero se reduce al mínimo.

     

     

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