Cambio de paso del gobierno con el fenómeno migratorio
Pedro Sánchez culmina su viaje a África apostando por la devolución de los inmigrantes irregulares y por promover la migración ordenada
Para combatir a las mafias que trafican con seres humanos "es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente". Si hace unos días se hubiera preguntado a la ciudadanía española, e incluso a las diferentes fuerzas políticas del país, quién había pronunciado esas palabras, una gran mayoría hubiese señalado, con total convencimiento, a Feijóo o Abascal.
Y si además se añadiera que "desgraciadamente, las redes criminales que trafican con seres humanos no dejan de crecer", y con ellas "se extienden otros delitos como tráficos ilícitos de toda clase y también el terrorismo", el murmullo indignado, que se escucharía a cientos de kilómetros, sería generalizado, pero se tornaría en un sorpresivo o incrédulo silencio al materializarse y tomar forma la figura del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, como el precursor de esta idea. Además, hecha pública durante su discurso en el Instituto Cervantes de Dakar, la capital senegalesa, en la gira africana de tres días realizada por el jefe del Ejecutivo nacional.
Por ello, y para causar un cortocircuito generalizado que lo acercaba a sus enemigos y lo alejaba de sus socios –principalmente Sumar–, aseguró que "para combatir esta amenaza que afecta a la estabilidad y a la seguridad de nuestras sociedades" es necesario el retorno de los migrantes irregulares. "Principalmente porque este retorno traslada un mensaje desincentivador, nítido y claro y contundente a las mafias, y a quienes se ponen en sus manos", y sobre todo "porque la legislación española y europea obligan a ello".
Clavijo pide proyectos concretos y las cifras siguen creciendo
Sobre el periplo de Pedro Sánchez en Mauritania, Gambia y Senegal, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo ha insistido en la necesidad de "resolver el problema de la migración de África en África", para lo que se requiere "acción diplomática, cooperación, desarrollo y acuerdos comerciales". Añadiendo que "las visitas de por sí están bien porque son una declaración de intenciones, pero si no van acompañadas luego de proyectos concretos, pues obviamente no se generan las oportunidades y los migrantes van a querer seguir alcanzando un futuro mejor", ha concluido.
Y es que en lo que va de 2024, de enero a agosto, un total de 24.537 inmigrantes irregulares han alcanzado las costas canarias, reforzando la posición de las Islas como la principal puerta de entrada de este flujo a España. Durante los meses de julio y agosto han llegado al archipiélago 2.610 africanos a bordo de pateras o cayucos, lo que se traduce en un aumento del 19% con respecto al mismo periodo de tiempo del ejercicio anterior. Con lo que las cifras siguen inflándose mientras la política se convierte en un medio estéril para encontrar una solución real.
Una gira de tres días por Mauritania, Gambia y Senegal
Pedro Sánchez iniciaba el martes en Mauritania, junto al presidente del país, Mohamed Ould Ghazouani, su gira africana de tres días, haciendo una defensa a ultranza de las ideas que hasta el momento aparecían como fijas e inamovibles en su discurso acerca de la inmigración, a la que no veía como “un problema, sino como una necesidad que implica ciertos problemas", además de considerarla como "fundamental" para la economía española por la "riqueza, desarrollo y prosperidad" que generan, declaraba el socialista.
Tanto es así que el mandatario español, tras la reunión con su homólogo mauritano en Nuakchot, resaltó, en una comparecencia conjunta, la relevancia de la labor de los migrantes, siempre y cuando estos sean legales. Esta primera etapa de tres días finalizaba con la introducción, por parte de Sánchez, del término ‘migración circular’; que viene a ser la práctica, mil veces utilizada, consistente en la contratación en origen de personas que trabajan estacionalmente en España y, al término de su labor, regresan a su país.
Sánchez volvió a defender el miércoles esta iniciativa en Gambia, país que tras esta visita se suma a los que ya tenían acuerdos con España para formar parte de esta fórmula migratoria, y como ya lo hizo Mauritania un día antes en este tour africano del presidente del Gobierno. Aunque queda claro que esta no será la solución definitiva al problema de la inmigración que asola a Canarias, en primer término, pero también a Ceuta, Melilla y la costa andaluza, la Administración central vende la idea, convencida de que la medida ayudará a paliar el daño; tanto como una tirita en una herida de grandes dimensiones.
Este hecho ha provocado que en este juego en el que se ha convertido la política, y que utiliza asuntos de gran importancia para la población como un arma arrojadiza con la que atacarse entre los diferentes partidos, la reacción del PP no se hizo esperar. Así, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó el momento para acusar al presidente del Gobierno de irresponsable al considerar que lo que estaba haciendo en este viaje por África era "alentar un efecto llamada" y promocionar España como destino, en vez de ir al continente a combatir a las mafias.
Aunque Sánchez se ha comportado en esta gira de una forma bastante desconcertante para muchos, ya que por primera vez está admitiendo que la inmigración ilegal es un problema para el país, un negocio para las mafias y un infierno para los que se ven en la necesidad de subirse a un cayuco, no dudó en responder a su archienemigo del PP. Por ello el socialista, que aún se encontraba en Gambia, volvió a insistir en los beneficios que reporta la inmigración; eso sí, con el pequeño matiz de que su Gobierno progresista, no todo, quiere promover sólo la “regular y ordenada”.
Y al segundo día, en Senegal, Sánchez cambió de postura
Tras dejar a cuadros a propios y extraños, a unos cuantos de los suyos, a una parte de sus colaboradores necesarios, e incluso a sus rivales el miércoles, afirmando que para combatir a las mafias que trafican con seres humanos "es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente", Pedro Sánchez volvió a hacer hincapié el jueves, otra vez en Senegal, en la idea de apoyar la migración ordenada como "vacuna" contra las mafias y contra quienes usan la irregular, que siempre ha sido la raíz del problema, para “extender el odio”. Suavizando así un poco su claro cambio de postura con respecto a la inmigración africana.
En esta última jornada, Sánchez hizo balance de su gira africana de tres días por Mauritania, Gambia y Senegal, en su segunda comparecencia en Dakar junto al presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, y en la que ambos se agradecieron y felicitaron por la colaboración activa de sus países en la lucha contra las mafias que trafican con seres humanos y los movimientos migratorios irregulares. Para ello los mandatarios firmaron un acuerdo que aumenta los sectores incluidos en la migración circular, que ya existe entre ambos países, y a cuya lista de naciones se han unido en esta gira Mauritania y Gambia.
El ministro Torres defiende a Sánchez ante Yolanda Díaz
Muchos se preguntan si el ejercicio de psicología inversa de Sánchez es aplicable a este preciso momento, o ya lo ha venido poniendo en liza desde el principio, con su anterior postura sobre este tema, y con la que sus socios estaban de acuerdo. No en vano, el cambio de estrategia le ha valido no sólo las críticas iniciales del PP por no haber abrazado antes la idea de la devolución de los irregulares, sino también las de Sumar. Y es que, al final, el líder del PSOE se acerca más a las políticas defendidas por Junts y los populares, que a las promulgadas por los autodenominados progresistas.
Con respecto a las declaraciones de Yolanda Díaz, que el jueves acusaba a Pedro Sánchez de “seguir las mismas recetas en migración que la derecha", el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha negado que el presidente haya hablado de "deportaciones masivas" en su gira reciente por África, al tiempo que ha emplazado al PP a dar el visto bueno a la reforma de la ley de extranjería para que, por ejemplo, Canarias pueda comenzar a derivar a otras comunidades autónomas a los menores no acompañados.
