Centro referente en la investigación y conservación
En la última década la Unidad de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura ha conseguido implementar grandes avances en la Estación Biológica de La Oliva
Redacción Noticias Fuerteventura
La Estación Biológica de La Oliva se consolida como un centro referente en la investigación y conservación de la flora y fauna con viveros más grandes, desde los que se realizan proyectos de reforestación.
Más de 30.000 metros cuadrados que albergan un centro de recuperación de flora salvaje, un aula didáctica para recibir escolares, una sala de necropsias, o el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre entre otras, y donde en palabras del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, "Se pone en valor la riqueza de la fauna terrestres y marina de la isla y la importancia de su cuidado en un territorio Reserva de la Biosfera”.
La estación recibe animales silvestres heridos, enfermos o huérfanos para su cuidado y posterior liberación, aunque en algunos casos los animales son trasladados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira del Cabildo de Gran Canaria, para recibir tratamiento clínico.
La mayoría de ingresos corresponden a aves, tortugas y, en menor medida, cetáceos, proporcionándoles comida, alojamiento y cuidado médico para rehabilitarlos y devolverlos a su medio natural una vez recuperados.
Los ejemplares liberados son marcados con un seguidor GPS, que permite hacer un seguimiento permanente y que define las rutas habituales y los espacios en que desarrolla su vida orienta a los investigadores a la hora de planificar actuaciones para no incidir sobre sus hábitats.
Desgraciadamente no todos los ejemplares son puestos en libertad, excepcionalmente continúan en el centro algunos animales que, por distintos motivos, no pueden liberarse.
Estos animales, que residen permanentemente en la Estación Biológica de La Oliva, permiten preservar la genética de especies sirviendo de apoyo en programas de investigación como, por ejemplo, el de cría en cautividad.
Entre los animales que residen permanentemente en el centro se encuentran cinco hubaras que por sus condiciones no pueden volver a su hábitat natural, y que han ayudado en la puesta en marcha de diversos proyectos de investigación, una pareja de guirres que llegó hace diez años, y una aguililla que lleva más de 12 años, ubicadas en salas de aislamiento donde el animal puede estar al aire libre pero evitando cualquier fuga.
Los datos registrados por técnicos y operarios de Medio Ambiente revelan que las causas de ingreso mayoritarias son los accidentes de tráfico o colisiones en carretera, la colisión en tendidos eléctricos, disparos, e intoxicaciones por vertidos y cebos envenenados.
Aunque por fortuna, desde la consejería de Medio Ambiente informan que en los últimos años se han detectado menos casos de envenenamiento, y que las medidas de señalización de tendidos eléctricos están dando buen resultado.
Otras de las causas de entrada en el centro de recuperación son los relacionados con la desnutrición y el debilitamiento, provocados en muchas ocasiones por la desorientación de estas especies. Desde la consejería advierten del desconocimiento de los ciudadanos, que recogen del suelo ejemplares de aves recién nacidas en época de cría, algo que no se debe hacer ya que en algunos casos los padres se encuentran cerca y pueden hacerse cargo de ella. En caso de duda lo mejor es ponerse en contacto con el departamento de medio ambiente, o en su defecto con la policía local.
Senda de los cetáceos
La Estación Biológica dispone además de un área exterior de sombra cerrada y perimetrada destinada a la recuperación, limpieza y montaje de la osamenta de cetáceos varados en la isla con fines científicos y educativos.
Actualmente, el esqueleto de rorcual común que se expone en los alrededores del Museo de la Sal de Salinas del Carmen está siendo restaurado en dichas instalaciones. De esta manera, se contribuye a la consolidación de la denominada 'Senda de los cetáceos' del Cabildo de Fuerteventura, cuyo objeto es exponer las estructuras óseas de ejemplares que han varado en diferentes épocas y localidades de la Isla.