Dos días en tierra

Más de 170 pasajeros del vuelo Fuerteventura a Bristol del sábado quedaron atrapados en Fuerteventura por problemas con su vuelo

Redacción NoticiasFuerteventura

El avión que debía llevarlos el sábado de vuelta a casa después de unas placenteras vacaciones en la isla tuvo problemas técnicos que iniciarían una serie de acontecimientos que Easyjet no supo o no pudo gestionar con la consiguiente imagen negativa de Fuerteventura para los turistas que nos visitaban.

Los turistas fueron enviados a un hotel ese mismo sábado a la noche, pero una confusión entre EasyJet y el hotel hizo que quedaran esperando hasta las cinco de la mañana antes que se solucionara el nuevo problema. En el momento de instalarlos se les dice que el domingo regresarán al aeropuerto para su vuelo de regreso a casa.

De esta forma la compañía envía un vuelo de reemplazo que vuela de Stansted el domingo, pero que no pudo volar de vuelta el mismo día porque el equipo había alcanzado “sus horas máximas de funcionamiento”. Llegados a este punto los turistas quedaron esperando en el aeropuerto mientras la compañía tomaba una decisión, dejando a las familias que pasaban sus vacaciones en la isla totalmente desasistidas.

La respuesta final ese día fue que el vuelo de reemplazo estaría disponible a las doce y cinco del mediodía del lunes. La disponibilidad de habitaciones en la isla era bastante complicada, y a los turistas se les planteó dormir en el aeropuerto.

Entre los atrapados en el aeropuerto estaba Natalie Bushell, junto a su marido Richard y dos hijos gemelos de ocho meses de edad. "Es absolutamente ridículo, nos dijeron el domingo que no sería posible conseguir una habitación de hotel, y que íbamos a dormir en el aeropuerto. No podíamos creer lo que estaba pasando. Lo peor de todo era que no había nadie allí para ayudarnos, no había comunicación alguna.”

Para colmo de males, el vuelo del lunes sufrió un nuevo retraso y se puso una nueva hora a la una y media del medio día,  pasando a ser anulado también. En este momento la compañía envía un nuevo vuelo de Lutton que llega a Fuerteventura a las cinco y media de la tarde, pasando de esta forma dos días de retraso con respecto al vuelo inicial, con la consiguiente desazón de los turistas en su viaje a nuestra isla.

Patrick Sachon, que  también estaba tirado en el aeropuerto con su familia. Comentaba que "la situación fue muy mala. No tuvimos ninguna ayuda, ningún representante de nada, nadie para responder a cualquiera de nuestras preguntas".

Diversos medios de comunicación ingleses y las redes sociales se hacen eco de la noticia con la correspondiente publicidad negativa para la isla. Y aunque el responsable último de este desaguisado es la compañía, es Fuerteventura quien acaba teniendo una imagen negativa por acontecimientos de este tipo que no debieran volver a producirse