Fuerteventura no cambiará de fase al no tener suficientes camas UCI
Podría darse la paradoja de no tener casos de COVID 19 y seguir sin poder cambiar de fase
Las causas por las que Fuerteventura no entra en la fase uno con solamente tres casos de COVID 19 activos ya están más claras. Según publicaba ayer domingo el BOE, el cambio de fase en el camino hacia la nueva normalidad no tendrá, en general, unos números fijos. No existirá una cifra de contagios a partir de la cual las provincias o las islas, que son a priori el marco administrativo de referencia, puedan avanzar.
“Solo habrá dos requisitos cuantitativos imprescindibles, que han sido publicados este domingo en el BOE: disponer o tener acceso o capacidad de instalar en un plazo máximo de cinco días entre 1,5 y 2 camas de cuidados intensivos y entre 37 y 49 camas para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes”.
Fuerteventura dispone de 8 camas UCI, por tanto según esta ratio, tendría que tener una población de entre 55.000 a 80.000 habitantes para poder cambiar de fase, es decir necesita entre seis y ocho camas nuevas para poder entrar en los cálculos del ministerio con los actuales 123.000 habitantes de la isla.
Al parecer en los primeros estudio de epidemiología en la isla se calculó que se necesitaban 24 camas UCI. Pero los números actuales según el criterio del ministerio publicado en el BOE habla de entre 14 y 16 camas UCI para los números de la población majorera.
Quirófanos como UCIS
Fuerteventura cuenta además con 6 quirófanos operativos. Y aunque nunca ha ocurrido, se podría plantear crear camas UCI en ellos. Según fuentes sanitarias es complicado que se puedan usar todos puesto que se pueden y de hecho se dan urgencias que necesitarían esas camas, pero pudiera ser que 4 se pudieran sumar a las camas UCI. Seguirían faltando 2 o cuatro en función de la ratio de 1,5 o de 2 por cada 10.000 habitantes.
En un último supuesto se podría utilizar dos quirófanos de una conocida clínica privada de Puerto del Rosario, que tiene dos quirófanos, pero "las condiciones serían bastante precarias, lo que no quita que pudiera ser viable".
La esperanza del sentido común
Por otro lado, parece que estás dos máximas no será un proceso automático ni matemático.
Se tendrán en cuenta, además de los dos requisitos citados, la capacidad de aislamiento y control de las fuentes de contagio confirmadas; los sistemas de alerta precoz y vigilancia epidemiológica, de identificación y contención rápida de fuentes de contagio potenciales, la capacidad de la atención primaria y hospitalaria; los mecanismos para garantizar las medidas necesarias de protección colectiva; la evolución epidemiológica en el territorio, en términos de transmisión y casos activos, según la orden publicada en el BOE.
