Los peores datos de la calidad del Aire de España se miden en Tefía
Tras un mes de calimas continuadas la calidad del aires es “extremadamente desfavorable, condiciones de emergencia para la salud pública”
La calima y el viento seco del sureste se han convertido en la tónica durante todo este pasado mes de enero, y lo que llevamos de febrero. Además de la falta de visibilidad y de las toneladas de tierra que hay que limpiar por toda la isla, el peor de los efectos es la calidad del aire que tenemos y cómo afecta a nuestra salud.
Los episodios de calima no suelen durar más de unos cuantos días, lo excepcional del caso que nos ocupa es su prolongación en el tiempo. No se recuerda un episodio de calima recurrente que nos haya tenido en vilo durante más de tres semanas.
En este sentido, es en en la estación meteorológica de Tefia donde se ha medido la peor calidad del aire de todo el estado español con 240 ug/m3. Se trata de aire extremadamente desfavorable, condiciones de emergencia para la salud pública.
Tefía tiene los peores datos porque uno de los medidores se encuentra allí, pero en general toda la isla de Fuerteventura viene dando estas medidas durante la mayor parte de los días de enero y, como decimos, febrero.
La calima mueve partículas microscópicas de minerales, bacterias, hongos y polen Las partículas que miden menos de 10 micras entran en nuestro organismo por las vías respiratorias y llegan al pulmón y a la sangre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que, en una concentración más allá de los 50 miligramos por metro cúbico, el polvo en suspensión es perjudicial para la salud.
Sobre las PM10
Se pueden definir cómo aquellas partículas solidas o liquidas de polvo, cenizas, hollín, partidas metálicas, cemento o polen dispersas en la atmósfera y cuyo diámetro varía entre 2.5 y 10 um (1 micrómetro corresponde e la milésima parte de un milímetro). Están formadas principalmente por compuestos inorgánicos como silitatos y aluminatos, metales pesados entre otros y materiales asociados a partículas de carbono. Se caracterizan pr poseer un pH básico.
La exposición prolongada o repetitiva a las PM10 puede provocar efectos nocivos en el sistema respiratorio de las personas, no obstante son menos perjudiciales que las PM2.5 ya que al tener un mayor tamaño no logra atravesar los alveolos pulmonares, quedando retenidas en la mucosa que recubre las vías respiratorias superiores.
La directiva 2008/50/CE indica que para la protección de la salud no puede superarse los 50 microgramos por metro cúbico durante 24 horas más de 35 veces por año civil.
Medidas de protección
Deben protegerse de este fenómeno sobre todo los niños, los ancianos y las personas con problemas respiratorios. Y, a nivel general, es conveniente no salir a la calle y mantener puertas y ventanas cerradas.
También es recomendable mantener el ambiente húmedo e hidratarse y evitar hacer ejercicio físico en calles o parques. Puede ayudar limpiar las superficies donde se deposita el polvo con un paño húmedo y, si notamos problemas y dificultades para respirar, lo mejor es acudir al médico.