Los sindicatos avisan de una complicada campaña del Atún Rojo
La huelga nacional indefinida de los inspectores de Pesca Marítima pone en riesgo el control de los desembarques
Tras años de negociaciones infructuosas y diferentes paros y jornadas de huelga, los Inspectores de Pesca Marítima, a través de los sindicatos CCOO y ELA, iniciaron a nivel nacional una huelga indefinida el pasado 3 de marzo. Se trata de una huelga estratégica debido a la persistencia de las circunstancias que obligaron a convocarla y con vistas a prolongarse y mantenerse en el tiempo durante las campañas que más requieren del control y la inspección.
La Asociación Profesional de Inspectores de Pesca Marítima se creó con el objetivo de la mejora de las condiciones laborales del colectivo. Los inspectores reclaman una mejora del complemento específico, la recuperación del poder adquisitivo perdido, la equiparación de los niveles salariales (mismo trabajo, mismo salario) y la elaboración de unos protocolos de trabajo seguros y un coeficiente reductor de jubilación anticipada.
La campaña de pesca del atún rojo en Canarias, protagonizada por los barcos atuneros cañeros y embarcaciones de artes menores y que en breve comenzará su punto álgido, se verá afectada por la huelga de los Inspectores de Pesca Marítima ya que no estará sometida al control habitual. Esta situación genera una gran preocupación, ya que pone en riesgo el control sobre los desembarques y favorece la entrada de pescado ilegal en los mercados, bajada de precios medios para la pesca profesional y riesgos, en general, para la salud pública por el consumo de pescado que no cumple los mínimos de salubridad.
La ausencia de inspecciones efectivas podría favorecer la actividad de oportunistas que aprovechan la llegada del atún rojo a las islas para comercializar pescado fuera de los cauces legales. La falta de supervisión no sólo afecta a la trazabilidad y sostenibilidad del recurso, sino que también perjudica a los pescadores que cumplen con las regulaciones establecidas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), generando un agravio comparativo de graves repercusiones.
Además, esta campaña coincide con la llegada de grandes buques palangreros de bandera japonesa al puerto de Las Palmas de Gran Canaria, con descargas de gran volumen de túnidos y capturas accesorias, lo que añade más complejidad al control de capturas y comercialización. La transparencia y el cumplimiento de las cuotas son fundamentales para la conservación de los recursos y la estabilidad del sector pesquero en el archipiélago.
Los Inspectores de Pesca Marítima siguen sin recibir propuestas de negociación por parte de la Administración para solucionar el conflicto. Ante las desalentadoras palabras del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en comparecencia en la comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso el pasado jueves 13 de marzo, que considera este problema despreciable, la huelga indefinida se mantendrá sin poder garantizar el correcto desarrollo de esta campaña ni evitar la proliferación de prácticas ilegales que podrían poner en peligro los esfuerzos de sostenibilidad realizados en los últimos años.