Otra barbaridad ambiental en Fuerteventura
Un espejo y una pizarra son puestas con cemento en una duna fósil de una playa majorera
Las barbaridades en nuestro entorno se multiplican a medida que la isla se convierte en un parque temático de coches por pistas de tierra y campistas que llegan a todos los rincones intimaginables.
A veces se puede achacar a la falta de vigilancia, pero otras veces nos encontramos con “elementos”, por llamarlos de alguna forma, que no tienen parangón.
Si la semana pasada un instagramer italiano “mancillaba” las dunas fósiles de el Barranco de los Encantados en Lajares y asistíamos incrédulos a la tala de una emblemática palmera en Lanzarote, hoy nos llegan como unos “desaprensivos” pegaban con cemento un espejo y una pizarra a una duna fósil en una playa majorera.
Entendemos que el “gracioso” quería hacerse unas instalaciones propias y para ello no se le ocurre mejor idea que destrozar el patrimonio insular. Los vecinos de Fuerteventura comienzan a hartarse de la impunidad con la que se vienen moviendo estos desaprensivos por la isla.