Operación salvar El Saladar de Jandía
El servicio de Obras y Maquinaria del Cabildo, Medio Ambiente y Gesplan comienza a desbrozar el cañizo invasor en el espacio natural sureño
El Saladar de Jandía es una de las maravillas naturales de la isla de Fuerteventura. Se trata de un espacio natural protegido de interés científico, declarado así en 1994 por el Gobierno de Canarias. El objetivo de esta declaración era conservar la mejor representación de este ecosistema costero tan peculiar de la isla y tan escaso en el archipiélago.
Este humedal constituye casi la única representación del ecosistema denominado matorral halófilo termoatlántico, consistente en una comunidad vegetal que soporta inundaciones periódicas producidas por la pleamar.
El océano, en el continuo subir y bajar de las mareas, actúa como elemento determinante de esta comunidad tan singular. Es frecuente que en la pleamar esta zona a cientos de metros tierra adentro de la línea de costa en marea baja, se inunde con agua de mar formándose curiosas charcas de salmuera cuando el agua, por la acción solar, comienza a evaporarse.
Preocupación por el cañizo invasor
En los últimos tiempos preocupaba a los expertos la situación de la plaga de la caña común, una especie invasora que afecta al paisaje, al propio ecosistema y además obstruye a la salida natural de agua de lluvia, causando inundaciones en la zona de Solana Matorral a la altura del Centro Comercial Cosmo.
De esta forma el Cabildo se ha puesto manos a la obra y el Servicio de Obras y Maquinaria del Cabildo de Fuerteventura, en coordinación con Medio Ambiente, han comenzado a desbrozar el cañizo invasor en el Saladar a través de Gesplan y el plan “Fuerteventura, Bonita por Naturaleza”.
Se espera llegar a un situación idónea en la zona, con la recuperación del espacio para el natural desagüe en caso de lluvias, además de la protección ambiental de un ecosistema único.