Vuelve el peligroso tamboril oceánico a aguas canarias
Esta especie invasora cuyo consumo puede ser mortal es muy peligrosa para el ecosistema por su alta voracidad
El tamboril oceánico, es un pez cuyo consumo puede resultar fatal. Se identifica fácilmente por su piel sin escamas, salvo en el vientre, donde hay pequeñas espinas imbuidas en la piel que muestra cuando está en peligro y se hincha.
El tamboril oceánico ha llegado a las Islas Canarias para invadirnos y posiblemente quedarse en nuestras aguas. Su habitad normal es en zonas alejadas de la costa al ser una especie pelágica.
Esta sin cuantificar los daños que puede producir en nuestro ecosistema marino, al ser muy depredador y omnívoro, a lo que hay que añadir su alta velocidad.
Cambios en los ecosistemas, temperatura del agua o cambios en las corrientes de los nutrientes marinos, han llevado a esta especie a estar presente en todas las zonas marítimas de nuestras islas y a estar en casi todas las profundidades desde los 20 hasta los 600 metros.
La prohibición de su captura y comercialización, no va a restringir su afección en el resto de las especies marinas capturadas por recreativos o las comercializadas por el sector profesional.
El Pez Globo (Lagocephalus lagocephalus lagocephalus) es una especie de presencia accidental en aguas atlanticas, que suele ser desechada cuando se captura porque carece de utilidad debido a su toxicidad.
Esta especie pertenece a la familia Tetraodontidae a la cual también pertenece el conocido Fugu o pez globo japonés, pese a que en Japón goza de popularidad como plato culinario, en España esta prohibida bajo normativa europea.
Los pescadores majoreros conocen a este "tamboril" desde hace años. "No tenemos constancia de que su consumo sea peligroso, pero más que nada porque nadie se lo come" nos confirma un pescador de la cofradía de Gran Tarajal, quien apunta a que "tienen unos dientes terribles y se comen el nylon aunque tengan mucho grosor con una facilidad asombrosa. A veces se ven bancos enteros a la proa del barco y da respeto, da la sensación de que si te caes no sales de ahí, parecen pirañas" apunta.