Cada vez hay menos oficinas bancarias
Los bancos españoles han recortado un 38% su plantilla desde 2008, el doble que la media europea
España ha pasado de tener 88 entidades financieras en 2008 con una plantilla de 276.497 trabajadores a contar, a cierre de 2020, con 10 grupos bancarios que dan empleo a 160.000 personas. Esto ha provocado, según ha denunciado este martes CCOO, una sobrecarga de trabajo para los empleados y una peor atención para los clientes, afirma Alejandra Olcese en el diario El Mundo.
El país cuenta hoy con 23.673 oficinas bancarias menos que hace catorce años y 105.000 trabajadores menos, pese a que la población ha crecido en un millón de personas y previsiblemente el número de clientes de los bancos también.
Pese a que los datos son a cierre de 2020, en 2021 se ha producido la salida voluntaria de otros18.000 profesionales: 3.572 del Banco Santander, 6.452 de CaixaBank, 2.935 de BBVA, 3,405 de Banco Sabadell y 1.513 de Unicaja, ha denunciado el sindicato.
Entre 2008 y 2020, las entidades bancarias perdieron al 38% de su plantilla, el doble de lo que se redujeron en media las de las bancos europeos, que cuentan hoy con un 19,6% menos de empleados. El recorte en España está muy por encima de las magnitudes de Alemania (-16%), Francia (-5%), Italia (-19%) o Portugal (-20%).
"Este proceso ha incrementado sustancialmente la carga de atención -habitantes a atender por cada trabajador/a del sector-, de los 167,2 habitantes en 2008 a los 276,1 en 2020, muy por encima de los 186,5 de la Eurozona, y camino de superar la cifra de 300, si no se produce una tasa de reposición suficiente", ha alertado la organización que dirige Unai Sordo. Tras las salidas de 2021, las tasas de reposición se sitúan en el 7%, computándose la entrada de sólo 1.300 nuevos trabajadores, la mayoría de perfil comercial.
Su informe se ha presentado después de que en enero Carlos, un hombre de 78 años de Valencia, adquiriera fama nacional después de publicar en Change.org una recogida de firmas para conseguir atención presencial en las entidades bancarias. El revuelo fue tal que hasta se entrevistó con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.
