Más espacio. Más seguridad. Más Europa
Por Manuel Ortega, director gerente de Puertos Canarios
La ampliación del puerto de Playa Blanca entra en su recta final. Una ambiciosa obra que arrancamos en 2017 y cuyo principal objetivo ha sido siempre ofrecer mayor seguridad en las operaciones, potenciar la recepción del tráfico de pasajeros y crear una nueva dársena para garantizar la seguridad y mejorar la capacidad.
Con esta nueva infraestructura no solo mejoramos la conectividad de las islas vecinas Lanzarote y Fuerteventura, sino que se cohesiona a todo el archipiélago a través de las embarcaciones que a diario pasan por el puerto.
El proyecto es una actuación cofinanciada en el marco del Programa Operativo FEDER de Canarias (2014-2020), uno de los instrumentos financieros de la política de cohesión europea que contribuye a reducir las diferencias entre territorios fragmentados y alejados del continente europeo como es el caso de Canarias. Estos fondos buscan promover el transporte sostenible y eliminar los obstáculos en infraestructuras tan fundamentales para los canarios como los puertos, y son un claro ejemplo de cómo las ayudas europeas llegan al usuario final ofreciéndoles una infraestructura más segura, cómoda y moderna por la que pasan cada día centenares de personas y vehículos.
Recordemos que el puerto de Playa Blanca es uno de los principales de la red autonómica de Puertos Canarios, un hito que nos ha obligado a aumentar la superficie para los atraques facilitando la maniobra de embarque y desembarque, tanto de automóviles como de viajeros.
Gracias a la nueva zona del puerto, donde desde hace semanas operan las navieras que conectan a diario Lanzarote con Fuerteventura, lograremos segregar los tráficos y zonas de maniobra de buques de pasaje y deportivos, aumentaremos el nivel de servicios a las embarcaciones y a los usuarios, ordenaremos la zona terrestre de servicio y aumentaremos el atractivo para los visitantes.
Este nuevo espacio del puerto consiste en un nuevo dique de abrigo, además de otros dos atraques para ferris, que ofrecen más capacidad, más conexión y sobre todo más seguridad en las operaciones portuarias.
Con esta ampliación liberamos espacio en el antiguo puerto dejando a pescadores y embarcaciones de recreo más holgura para sus operaciones e incluso nuevos amarres para las embarcaciones que deseen estar en el puerto.
Todos estos trabajos que hemos ido desarrollando y que son ya una realidad ayudan a dinamizar la economía insular y unir aún más dos islas hermanas que comparten además de un sistema eléctrico único un mercado laboral, comercial y turístico.
Sin duda estamos muy cerca de contar con un puerto de última generación que será todo un referente de cohesión territorial y modernidad para Canarias.