El astrofísico de Canarias comprueba que el agua es común en el Universo
Un estudio de la Universidad de Chicago y el IAC revela que en el universo existen más posibilidades para la subsistencia y evolución de la vida
Tras analizar la masa, densidad y el radio (tamaño) de más de 40 planetas extrasolares, dos astrofísicos españoles –Rafael Luque del Instituto de Astrofísica de Andalucía y Enric Pallé del ICA– han comprobado que existe una abundante población de exoplanetas constituidos hasta en un 50% por agua y el otro 50 %, por roca. Estos water worlds se encuentran alrededor de estrellas enanas de tipo M, que son las más comunes de nuestra galaxia, “la Vía Láctea”.
"Esos planetas acuáticos serían más parecidos a una bola de nieve y barro mezclados que a la distribución estratificada de materiales (núcleo, manto, corteza, océanos y atmósfera) que encontramos en la Tierra", según explicó Enric Pallé al diario español La Vanguardia.
Aunque se descubrió que estos cuerpos poseen gran cantidad de agua, en realidad no es tan visible su espacio como aquí en la Tierra, es decir, no se presentan en forma de ríos, mares o lagos, sino que, en realidad, “quizá está mezclada con el magma o atrapada en bolsas”, señala Luque, “lo cual es algo realmente novedoso y que puede tener implicaciones en el futuro en la cuestión de la habitabilidad o no de estos planetas”, algo parecido a la situación actual con las investigaciones de Júpiter.
“La Tierra es un planeta seco a pesar de que casi toda el agua está en su superficie, lo que le da una apariencia muy húmeda. El agua de la Tierra es solo un 0,02 % de su masa total, mientras que en los mundos acuáticos es el 50 % de la masa del planeta”, apuntó Pallé.
Este avance se contrapone a la concepción de que estos mundos son secos y rocosos, o bien, tienen una extensa y tenue atmósfera de hidrógeno y/o helio, apuntando a que de manera contraria, estos mundos abundantes en agua se formaron a una distancia en la que la temperatura era lo suficientemente baja como para que los compuestos más ligeros como el agua se solidificaran, moviéndose posteriormente hacia el interior, lo que quiere decir que tomaron forma fuera de la denominada “línea de nieve”.
El hecho de que haya agua líquida en los planetas es considerado en astrofísica como un indicador de que podría albergar vida, puesto que “hay una relación entre la habitabilidad de un planeta y lo cerca o lejos que esté de su estrella. Para estrellas como el Sol se traduce en periodos, o el tiempo en que un planeta da la vuelta a su estrella -o año-, de entre 200 y 400 días", explica Pallé.
Aunque está complicado encontrar agua líquida en estos planetas, lo cierto es que podrían existir regiones con la temperatura adecuada u océanos líquidos bajo su superficie”, añade el investigador.
Para por fin resolver el paradigma y saber si podría haber vida o no en estos planetas acuáticos y empezar a estudiar biomarcadores, es imprescindible analizar sus atmósferas, pero este análisis requiere de telescopios extremadamente grandes que aún no están construidos, pero sí aprobados y en fase de fabricación, que muy probablemente estarán disponibles a partir de 2029.