La nueva arena aglomerante para gatos de Arquivet
La buena noticia ante tanta variedad, es que a los gatos normalmente no hay que enseñarles a hacer sus necesidades en su cajita con arena, ya lo hacen de manera instintiva
La arena para gatos es un producto esencial para el cuidado de estos felinos, y aunque pudiera parecer que cualquiera vale, nada más lejos de la realidad. Existen de diferentes tipos según sus funciones principales: absorbente, aglomerante, ecológica y de sílice. Cada una de ellas tiene sus propias características, una es más económica, la otra más fácil de limpiar, otra es biodegradable y la última más duradera.
Marcas como Arquivet tienen en el mercado diferentes tipos, entre ellas, la aglomerante con carbón activo. Este tipo de arena está muy bien valorada por los propietarios de estas independientes mascotas pues se trata de un producto natural, sin apenas polvo, con poca adherencia a las patas del animal y con un muy buen control de los olores. La buena noticia ante tanta variedad, es que a los gatos normalmente no hay que enseñarles a hacer sus necesidades en su cajita con arena, ya lo hacen de manera instintiva. No obstante, cada felino tiene su propio carácter, así que hay que conocerlo bien para elegir el tipo de caja y arena que mejor va con su personalidad y necesidades particulares.
Cómo escoger entre tanta variedad
Elegir el tipo de arena apropiado es fundamental para que el animal se sienta cómodo al hacer sus necesidades y no la rechace. Así, algunos gatos prefieren las arenas de grano muy fino, más suaves para las almohadillas de sus patas; otros en cambio, no toleran bien las arenas perfumadas. Algún otro se decantará más por arenas de cristales o sílice, con la ventaja de que son más duraderas. Sea como fuere, en el mercado hay diversas variedades y marcas de arenas, así que no supone un problema encontrar una opción conveniente tanto para el gato como para la persona que lo cuida. Dicho esto, a continuación, se analizan los diferentes tipos de arenas para gatos más comunes:
- Arenas absorbentes. Este tipo de producto para gatos es el más económico y también el más fácil de encontrar. De hecho, fue de las primeras en comercializarse, quizá por eso es la más conocida y utilizada. Hecha a base de un mineral natural llamado sepiolita, tiene capacidad absorbente debido a su porosidad. Una de sus principales ventajas es el precio, sin embargo, tiene una duración muy limitada y suele desprender bastante polvo. Otra desventaja es que, en comparación con otros materiales no es de las que mejor absorbe los olores, por lo que muchos gatos la rechazan y obviamente también quienes habitan con ellos.
- Arenas aglomerantes. La composición de la mayoría de estas arenas se basa en un tipo de arcilla aglomerante llamada bentonita. Su principal ventaja: los residuos sólidos y líquidos se compactan en pequeños conglomerados muy fáciles de retirar, quedando el resto de la arena completamente limpia, lo que alarga su duración. Hay que añadir que están especialmente indicadas para los hogares en los que viven varios gatos. Además, cabe destacar las fabricadas a base de una materia prima renovable: el carbón activo. Este material proporciona un poder de absorción y una neutralización de olores muy eficaz. Además, su granulado fino facilita la limpieza del arenero.
- Arenas ecológicas. Están compuestas a base de fibras vegetales. Lo bueno es que absorben muy bien los olores, y al igual que la bentonita es aglomerante. Esto permite retirar cómodamente tanto los excrementos como los residuos líquidos. Es biodegradable, por lo que los residuos pueden desecharse directamente por el váter. Como inconveniente, podría señalarse que al ser los granos muy ligeros suelen quedarse algunos adheridos en las patas y el pelaje de los gatos, con el consiguiente esparcimiento por la zona alrededor del arenero.
- Arenas de sílice. Esta arena sintética está compuesta de silicato de sodio. Es altamente absorbente, no genera apenas polvo y puede llegar a durar hasta un mes si se trata de un solo gato, aunque todo depende del tamaño de la bolsa. Absorbe bien los olores y facilita la retirada de las heces y los orines. Suele ser de color blanco y se va amarilleando con el uso, siendo fácil de detectar por el color cuándo debe ser cambiada por completo. Su principal inconveniente es que algunos gatos no aceptan bien este tipo de arena debido a su origen sintético y al mayor tamaño de los granos comparada con otros tipos de materiales
Por último, cabría añadir que la arena para el gato es más importante de lo que parece. Los hay muy sensibles y que notarán el cambio. Por lo tanto, a la hora de comprar la mejor arena para esta mascota hay que tener en cuenta: tamaño del gato y de la caja de arena; Si hay un gato o varios animales en casa; La capacidad de absorción: rapidez y capacidad; Propiedades y eficiencia para eliminar olores; Facilidad para la retirada de residuos y limpieza. También hay arenas perfumadas o neutras. Aun así, cada gato es un mundo y con unas manías determinadas.