La desescalada mueve medio kilo de hachís a La Graciosa
La Guardia Civil detuvo a dos personas, con rumbo a La Graciosa y diferentes cantidades de hachís encima, en los controles aleatorios por movilidad entre islas
Los controles aleatorios que se realizan en el muelle de Órzola para cumplir con las medidas de movilidad entre Lanzarote y la Graciosa establecidas por el estado de alarma provocado por la pandemia del Coronavirus, han dejado al descubierto en los últimos días dos casos de tráfico de drogas, en concreto de hachís.
Los sucesos se produjeron el 12 y el 16 de mayo, respectivamente. En el primer caso, la Guardia Civil de Costa Teguise detuvo a C.J.R.P., de 57 años de edad, al que sorprendieron con medio kilo de hachís cuando se disponía a coger uno de los barcos que realizan el trayecto a la Graciosa.
Los hechos tuvieron lugar durante la mañana del referido día, cuando los agentes realizaban labores de seguridad ciudadana estos observaron en las inmediaciones del embarcadero a una persona en actitud sospechosa, motivo por el que la Guardia Civil se interesó por los motivos que justificaban su presencia en la vía pública.
Inicialmente pudieron comprobar que el sujeto se dirigía a subirse a unos de los barcos que salían hacia la Graciosa, mostrando en todo momento una actitud nerviosa, hecho que llevó a la Guardia Civil a inspeccionar sus pertenencias y así realizar las comprobaciones oportunas, momento en el que intentó evadir la actuación policial huyendo a la carrera.
En el trascurso de la fuga, este sacó un paquete que llevaba oculto en los pantalones para lanzarlo al mar siendo inmediatamente interceptado por los agentes, comprobando de que se trataba de 500 gramos de hachís dispersos en cinco trozos de igual tamaño, siendo este detenido in situ por un delito de tráfico de drogas.
No fue el único caso, el 16 de mayo, los agentes detuvieron a F.R.G, de 55 años de edad, llevando encima 99,7 gramos de hachís y 235 euros fraccionados en billetes de diverso valor.
En esta ocasión la Guardia Civil observó a un grupo de personas en las inmediaciones de la zona de embarque mostrando el detenido una actitud nerviosa ante la presencia de los agentes manifestando que el motivo de su traslado era regresar de realizar la compra, teniendo su residencia en la isla de la Graciosa.
En un momento determinado al revisar el contenido de la compra la Guardia Civil observó que parte del contenido no se correspondía con el envoltorio alimenticio, encontrando así una pastilla de unos 100 gramos de hachís oculta entre un alimento congelado.