No son hamacas: son molinos

Trasmallo

No es fácil intentar tumbar molinos, de eso sabía mucho el ingenioso Hidalgo. Votemos La Oliva pensaba que sería más sencillo llevar al suelo supuestas corruptelas que ellos identificaban y hasta nominaban. Ya puestos, montaron un crowfunding para financiar denuncias, con el concejal Astica como cabeza visible. Todo sea por el interés público.

Aunque están probados algunos comportamientos que se describen en la denuncia del “caso de las Hamacas”, el juez no los considera delito, puesto que el pliego de contratación no los prohibía. Hay que recordar que la Fiscalía investigaba supuestos cohechos, tráficos de influencias en grado de tentativa, alteración de concurso público y estafa.

El 'temita' se montaba de la siguiente forma: se presentaban varias ofertas económicas al Ayuntamiento para acceder al contrato de gestión de áreas de hamaca en las playas de La Oliva. Tras la adjudicación, las propuestas de mayor importe renunciaban para que finalmente acabaran beneficiando a licitadores que habían presentado las ofertas económicas más bajas. 'La escalera' lo llaman. Y parce que no es un invento majorero, sino más bien una práctica habitual por todas esas playas de Dios. ¡Fantástico! ¿No les parece?

Sigamos. Además del 'crowfunding' y declaraciones de todo tipo, por medio se entrecruzan negocios familiares, agresiones callejeras, webs que vienen a limpiar Fuerteventura y hasta ex fiscales del Estado.

Pero qué quieren que les diga. Curado de espantos como está uno, ahora lo más sorprendente de todo es la rapidez de la Justicia, que en poco más de una semana se ha liquidado una causa multitudinaria que advertía con prolongarse durante meses.

Esperando las reacciones estamos.