Perras para los Manrique de Lara
Sin pena ni gloria viene transitando por la actualidad local la aprobación en el Cabildo de una iniciativa de Podemos para que las instituciones expropien la Casa del Inglés en La Oliva si sus propietarios, los Manrique de Lara, no la restauran. A estas altura de la película, plantear la duda es casi ridículo.
Si la propiedad hubiera querido restaurar la Casa del Inglés ya ha tenido más de 50 años para ello, después de que tras la Guerra Civil el edificio perdiera su uso militar y retornara plenamente a titularidad privada.
Sí. Eso digo: titularidad privada. 100%
Lo que tienen que hacer nuestras instituciones públicas es mandar la policía local, los inspectores urbanísticos o las fuerzas de intervención rápida de la ONU. Lo que sea. Pero conseguir que de una vez por todas alguien le ponga una multa a los propietarios por abandono y peligrosidad del edificio.
Que les obliguen a vallar, apuntalar, asegurar, recuperar y restaurar. Y si no lo hacen, que se afronten los trabajos con recursos públicos y luego se les embargue el coste a los propietarios.
Pero expropiar o comprar a las bravas a los herederos de los terratenientes que llevan décadas sin invertir ni un céntimo en el edificio, con una aparente intención de dejar que se venga abajo, parece, más que una pena, un auténtico favor que se les está haciendo.