Alrededor de 300 personas se manifiestan en Corralejo contra el modelo turístico
Las convocatorias de este 20 de octubre pierden fuerza en todas las islas
En la manifestación convocada en Corralejo para este domingo, 20 de octubre, por la plataforma ‘Canarias tiene un límite’, numerosos participantes han sorprendido a los turistas que disfrutaban de la jornada del domingo en la localidad turística de Corralejo con eslóganes como “No hay agua, para tanto turista”.
Tal y como se aprecia en las fotografías los manifestantes cruzaban la localidad con pancartas y consignas en contra del modelo turístico actual, mientras los turistas atónitos, observan la escena. La protesta, que ha reunido a unas 350 personas en Fuerteventura, comenzó en las inmediaciones del Aguapark y se dirigían al centro de la localidad turística.
Los organizadores han insistido en que su objetivo es visibilizar los problemas que el turismo masivo está generando en Canarias: desde la masificación, la destrucción ambiental, el problema del agua hasta la precarización del mercado de la vivienda, pero en la manifestación se aprovechaba para introducir otros debates o eslóganes como es la negativa a la posible mejora del muelle de Corralejo "por parte de una asociación ecosurfista de extranjeros en la isla", y según explicaban algunos manifestantes, "ellos no están de acuerdo con esa pancarta, ni esa reivindicación".
Las movilizaciones "pinchan" en toda Canarias
Esta acción en Corralejo es parte de un movimiento más amplio que ha movilizado a unas 8.000 personas en las principales zonas turísticas del Archipiélago. Las protestas de este domingo se replicaron en lugares como Maspalomas, en Gran Canaria, y otras zonas turísticas de Lanzarote, Tenerife, La Palma y El Hierro.
Con menor poder de asistencia que el pasado 20-A, la movilización a dejado muchas imágenes que han resultado polémicas.
Una protesta poliédrica
El evento refleja un creciente descontento social, pero los convocantes no parecen ser catalizadores al centrarse en consignas puntuales para cada isla, con un discurso de muchas aristas, algunas lejanas de la realidad de Fuerteventura.
El debate abierto por el descontento apuntala la importancia "de valorar la gestión de los ingresos del turismo, la supuesta sobrepoblación de no residentes, el rebosamiento de viviendas turísticas y plazas hoteleras, la precariedad laboral y salarial, las carreteras atascadas, la debilidad del acceso al agua, la desidia en los entornos naturales o la crisis en la gestión de residuos, cuestiones tan amplias que desvirtúan en muchos casos las ganas de asistencia de muchos vecinos", explica un manifestante.
