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En el 2025 seguiremos dependiendo del turismo y de las instituciones públicas

El bajo valor añadido de nuestro mercado laboral seguirá dejando salarios bajos, excepto en el sector público

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    El turismo sacó a Fuerteventura del atraso endémico, pero la falta de visión periférica de los dirigentes de la isla nos está convirtiendo, sin solución de continuidad, en un espacio donde los naturales de la isla pierden cada vez más calidad de vida frente a la economía que generamos.

     

    Enclavada en el corazón del Atlántico, Fuerteventura es conocida por sus paradisíacas playas, su clima envidiable y su peculiar tranquilidad que atrae a millones de turistas al año. Sin embargo, detrás de esta idílica postal se esconde una preocupante dependencia económica del turismo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y el futuro de la isla.

     

    Una Economía Monocultivo

     

    El turismo representa más del 80% del Producto Interior Bruto (PIB) de Fuerteventura, una cifra alarmante que convierte a la isla en un "monocultivo económico". La diversificación, un principio clave para garantizar la estabilidad financiera, brilla por su ausencia.

     


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    La clase dirigente, afianzada en un modelo de partidos fuertemente vinculados al sector público, no ven, o ven con menos perspectiva, la posibilidad de cambios vía ordenamiento. Cambios fundamentados en el cambio de modelo, con nuevos empresarios y nuevas empresas que se separen de instituciones y del sector turístico alojativo puro, o sea más hoteles, más camas, más vacacional.

     

    Dependencias como esta son altamente vulnerables a factores externos: crisis sanitarias, fluctuaciones económicas globales y cambios en las preferencias de los viajeros pueden devastar la economía insular.

     

    La pandemia de COVID-19 evidenció esta fragilidad. Durante los meses más críticos, la actividad turística se desplomó, llevando al desempleo y al cierre masivo de negocios. Aunque el turismo se ha recuperado parcialmente, el impacto dejó una lección clara: la dependencia excesiva no es sostenible.

     

    Impactos Sociales y Ambientales

     

    El turismo masivo también tiene consecuencias significativas en el tejido social y el entorno natural. Los precios de la vivienda han aumentado debido a la proliferación de alquileres vacacionales, desplazando a los residentes locales y creando tensiones en la comunidad. Además, el empleo generado en el sector turístico suele ser precario, mal remunerado y altamente estacional.

     

    Los bajos salarios característicos del turismo y la concentración en empleos no especializados perpetúan una economía insular de bajo valor añadido. Esto no solo limita las posibilidades de desarrollo personal y profesional de la población local, sino que también contribuye a la fuga de talento hacia regiones con mejores oportunidades laborales. A pesar del alto volumen de visitantes, los beneficios económicos no se distribuyen equitativamente, lo que aumenta las desigualdades sociales.

     

    En el ámbito ambiental, el crecimiento desenfrenado del turismo ha generado una sobreexplotación de los recursos naturales. El aumento del consumo de agua, la generación de residuos y la presión sobre ecosistemas frágiles como las dunas de Corralejo y las playas de Cofete son solo algunos ejemplos. Paradójicamente, estos daños amenazan el mismo atractivo que hace de Fuerteventura un destino tan codiciado.

     

    Pérdida de Inversiones en Sectores Alternativos

     

    La excesiva focalización en el turismo también ha provocado la pérdida de oportunidades de inversión en sectores como el audiovisual, la cinematografía y la creación de contenidos digitales. Fuerteventura, con su riqueza paisajística y su singularidad geográfica, tiene un gran potencial como escenario para producciones internacionales y como sede de iniciativas de economía creativa. Sin embargo, la falta de incentivos adecuados, infraestructura especializada y una estrategia clara han llevado a que otras regiones capten estos recursos.

     

    Este abandono no solo representa una pérdida económica directa, sino también un desaprovechamiento de oportunidades para diversificar la economía local y generar empleo de alta calidad en áreas tecnológicas y creativas. Invertir en estos sectores podría atraer talento, dinamizar la economía insular y reducir la dependencia del turismo.

     

    ¿Hacia un Modelo Más Sostenible?

     

    La solución a esta dependencia no es sencilla, pero comienza con la diversificación económica. Fuerteventura tiene el potencial de desarrollar sectores alternativos como las energías renovables, la agricultura sostenible y la economía digital. La inversión en educación y formación también sería clave para preparar a la población para un futuro menos dependiente del turismo.

     

    Asimismo, es necesario fomentar un turismo sostenible que priorice la calidad sobre la cantidad. Esto incluye limitar la construcción desmedida, implementar regulaciones estrictas sobre el uso del suelo y promover iniciativas que beneficien a la comunidad local.

     

    Un Futuro en Equilibrio

     

    Fuerteventura enfrenta un desafío crucial: reducir su dependencia del turismo sin comprometer su desarrollo económico. Este es un momento para reflexionar y actuar, aprovechando las lecciones aprendidas durante las crisis recientes. Solo a través de una visión estratégica y un compromiso colectivo se podrá garantizar un futuro sostenible para la isla y sus habitantes.

     

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