Precaución con la vuelta de la carabela portuguesa
La peligrosa Physalia physalis ha sido vista por las costas norte y sur de Fuerteventura y Lanzarote
Como cada año por estas fechas, con las grandes mareas de invierno, los ejemplares de carabela portuguesa que se encuentran en mar abierto son arrastrados a las costas de las islas, sobre todo a las playas de las dos islas más orientales.
De esta forma, ejemplares de carabela portuguesa han sido vistos en las costas de Lanzarote y Fuerteventura, se recomienda precaución en el baño ya que la rozadura con alguno de los largos tentáculos de este organismo puede hacer pasar un auténtico mal rato a la persona afectada.
La carabela portuguesa es un organismo colonial, integrado por varios hidroides que desempeñan diversas funciones dentro del conjunto. Perteneciente al orden de los sifonóforos, el veneno de este organismo no se considera mortal, a pesar de que puede causar graves lesiones.
Estos organismos son flotantes y se dejan arrastrar por las corrientes y los vientos cuando hay grandes borrascas, ya que no tienen capacidad de contrarrestar esos fenómenos. Flota en la superficie del mar, y por debajo tentáculos urticantes que pueden medir varios metros de longitud.
El veneno de estos organismos se segrega de manera espontánea y aunque no se considera mortal, si puede afectar a niños pequeños y personas alérgicas, llegando a causar paro cardíaco. Otros síntomas más comunes son los vómitos, la fiebre, náuseas y un intenso dolor en la zona de la picadura.
La aparición de ejemplares de carabela portuguesa en aguas canarias suele ser habitual cuando soplan fuertes vientos y hay mar de fondo. No son medusas sino sifonóforos: una bolsa violácea que flota en la superficie del mar, y por debajo tentáculos urticantes que pueden medir varios metros de longitud. Se recomienda mucha precaución en el baño, y si se produce una picadura acudir al centro de salud más cercano.