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Apañadas, el proceso de marcar el ganado

Cuando la pertenencia de cada cría está clara, los ganaderos proceden a identificar la que es de su propiedad a través de la marca que le corresponde

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    Una vez que ya se ha dejado claro la procedencia de cada cria a través del proceso de separación y ahijamiento, queda el paso de marcar el ganado. Para identificar la propiedad del ganado en Fuerteventura desde siempre se ha utilizado un sistema de Marcas que ha pasado de generación en generación, no se sabe cual es su origen, pero se han ido heredando de padres a hijos. Las marcas son únicas y permiten reconocer el ganado en cualquier parte de la isla, consiste en realizar unos cortes con navaja en las orejas del animal, estos cortes son conocidos como “Golpes”. (Estudio etnográfico sobre la actividad ganadera de las cabras de costa de Fuerteventura. Gutierrez Lima, A. y Freivalds Trujillo, E.)

     

    El marcado de los baifos nuevos se hace durante la apañada, por lo que es muy importante la práctica de esta actividad, para conseguir tener el ganado localizado y saber a quién pertenece. En este sentido en esta nueva entrada de la serie de ganadería de costa, seguimos apoyándonos en el excepcional trabajo de Allende y Edgar, La Cabra de Costa de Fuerteventura.

     

    «Entonces, según echas el cabrito y la cabra, pues va a mamar enseguida y desde que va a mamar ya... si no estamos seguros de que está mamando, desde que la cabra viene a por él pues lo marcamos y lo vamos echando fuera así.» (Juan Pérez Viera, 1951, comisionado de Pájara).

     

    «Cuando la madre esté con la cría, se coge, se sabe que es la de ella pues se pone aparte, la marcan y la sueltan, porque las madres las suelen tener todas marcadas, entonces si el dueño de la marca está allí coge la cría y la marca y la vuelven a soltar.» (Martín Cano Clavijo, 1963, comisionado de Tuineje).

     

    En este sentido, y según explican en La Cabra de Costa en Fuerteventura, Allende y Edgar, “la marca que identifica el ganado con su propietario, la suele realizar el mismo dueño en las orejas de aquellas crías guaniles que han sido ‘ahijadas’ con su cabras. Aunque en algunas ocasiones, para facilitar esta tarea, es el propio comisionado o una persona encargada la que marca. Esta tarea se suele realizar entre dos personas, uno sujeta la cabeza de la cría entre sus piernas y cruza las patas delanteras por detrás de la cabeza del animal, quedando este inmovilizado, permitiendo así que la otra persona pueda realizar los cortes en las orejas con mayor facilidad”.

     

    «Cada uno puede marcar lo suyo pero hay mucha gente que no sabe marcar y entonces lo marca el comisionado u otro amigo que haya: ‘Márcame el baifo este’.» (Maximino Robaina Torres, 1937, ganadero y carnicero de Betancuria).

     

    «En las apañadas grandes, normalmente, en las apañadas grandes casi siempre marcan los dueños, muchos de ellos, a lo mejor muchos de ellos ‘no, no, márcalos tú’. Pero normalmente marcan los mismos dueños o a lo mejor hay una persona y usted lo coge: ‘Pues mira, márcalo aquí, yo lo mantengo y tú lo marcas’.» (Nicolás Herrera Cabrera, 1937, comisionado Antigua Sur).

     

    «El más que marca soy yo pero también hay ganaderos que saben marcar. Sí, más o menos cada uno sabe marcar algo pero siempre me las dejan, casi todas me las dejan para mí. (…) las echo pero cada uno a quien pertenece.» (Tomás Acosta Cabrera, 1943, comisionado de Antigua Norte).

     

    «(...) me acuerdo que estaba el comisionado y otro marcando, casualmente el que marcaba, será porque toda la vida... era un tío mío, eso para marcar y para capar machos ¡coño! Yo no he visto una persona... (…) y ese era el que marcaba y si no estaba ese otro, otro, otro de... que fuera... el comisionado sabía el que servía para una cosa y para otra, y el que servía para marcar ese es el que ponía a marcar (...) Las cosas se hacían todas serias y honrados todo el mundo ¡coño! Pero hoy....» (Agustín de León Soler, 1932, ganadero de Casillas del Ángel).

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