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Apañadas, el Reparto y el Cerco

La apañada sigue su rumbo, los ganaderos y el comisionado se reparten las funciones, en breve comienza el Reparto

 

  • Redacción NoticiasFuerteventura
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    Tras el Nombramiento y la posterior Junta de los ganaderos que participarán en la apañada que explicábamos en el anterior post, el siguiente paso para la correcta recogida del ganado de costa en las apañadas majoreras es el “Reparto”.

     

    De esta forma el comisionado se encarga en esta fase “de elegir y repartir a la gente más apropiada para acudir a los diferentes lugares, a partir de los cuales van a comenzar la apañada, aprovechando también para dar indicaciones y consejos a cada uno de los ganaderos, para la óptima realización de la apañada” (La Cabra de Costa de Fuerteventura).

     

    Las diferentes dificultades que presente el terreno “y las cualidades de cada pastor”, son argumentos en los que el comisionado trata sus decisiones. “En muchas ocasiones el comisionado dispones de un segundo, que es el encargado de repartir y controlar a la gente en la zona a la que han sido enviados”.

     

    «(...) entonces habemos veinte digo: ‘Tres coches van por aquí por la Punta de Jandía, por Cofete y los otros vamos, unos por aquí, por el pico de la Zarza y nosotros vamos hasta el barranco de Los Canarios’. Y de allí los reparto todos. Ellos saben por dónde tienen que ir porque ya les digo por donde van y siempre tengo a otra persona que va, que no está la gente muy tal, digo: ‘Vete con ellos en tal sitio.’ (...) yo los reparto todos de aquí, pero después llegando al sitio clave hay una persona que les diga: ‘No, tú tienes que subir por aquí y tú por aquí.’ ¿Ves? Y eso organizando a la gente para cuando llegamos al punto fijo de juntar al ganado, que tú no estés allí adelante y el otro allá atrás, hay que organizar.» (Juan Pérez Viera, 1951, comisionado de Pájara).

     

    «(...) a cada puesto más o menos la persona aquella más preparada que está para ir allí. Pues el mejor lo mandamos por lo más malo y al más malo pues lo mandamos por... [risas] eso ya uno va calculando o si es una persona mayor o si es una persona lo que sea lo mandamos por lo más cerca, una persona mayor no la vamos a mandar por lo más lejos.» (Tomás Acosta Cabrera, 1943, comisionado de Antigua Norte).

     

      

    En el fantástico libro de Allende M. Gutiérrez y Edgar A. Freivals, La Cabra de Costa en Fuerteventura se explica con mucha claridad la siguiente fase de las apañadas, el Cerco:

     

    Una vez los pastores están en el lugar establecido por el comisionado comienzan a juntar y a dirigir el ganado que está en su zona por los lugares señalados, hasta llegar al punto de encuentro con el resto de pastores. Una vez hayan llegado todos los pastores al punto establecido para reunir a las cabras se va realizando un cerco con el que se va dirigiendo el ganado hasta la gambuesa. Por el camino, si alguna cabra se desvía tratando de huir de la zona cercada por los pastores, éstos utilizan varias estrategias; gritan, silban, les echan el perro y/o les lanzan piedras en su camino con el objetivo de que se asusten y vuelvan con el resto del rebaño. Hoy en día los ganaderos se ayudan de telas colocadas estratégicamente a la entrada de la gambuesa formando un embudo que facilita a los pastores atajar las cabras a la hora de que estas entren en la gambuesa".

     

    «Entonces, de aquí salimos para entrar por aquí debajo, por Ajui. Tenemos que coger del filo de arriba para ir a tener a La Vega, otros tienen que coger la bajamar para allá, para ir a la parte aquella de Aguas Verdes para acá, y entonces ahí nos vamos compaginando los unos con los otros. Les vamos haciendo un cerco, unos de allá y otros de aquí, y ya se van juntando, se van juntando en un sitio que le dicen el Tarajalito y ya se van juntando allí. Entonces allí están más abiertos, se vienen para acá, hay gente ya por los lados y vienen jilas a la gambuesa..» (Vicente Hernández Santana, 1946, comisionado de Betancuria)

     

    «Las vamos atajando, unos por un sitio y otros por otro, y las cabras por medio, sea por dónde sea la manera, arreglado a la gente que haya, unos bajan por un lomo otros por el otro y otros tocando atrás hasta llevarlas al sitio que vayas a llevarlas.» (Maximino Robaina Torres, 1937, ganadero y carnicero de Betancuria).

     

    «(...) casi siempre se baja por el mismo sitio, es decir, si apañamos todo lo que es una montaña, pues el ganado se lleva casi siempre a lo que es la punta de una montaña y después, de allí, se baja hacia el corral. Pero se junta todo en un sitio y después de ahí se toca y se van tocando, se van tocando y se van llevando al corral, a la gambuesa. Hay que mirar el terreno porque más bien se bajan si hay una montaña, se lleva a una punta y se va rodeando. La gente se pone por la parte alta de la montaña y las van bajando, van bajando y entonces se van llevando a la gambuesa, porque las gambuesas suelen estar en lo bajo, donde llegan los coches. Y entonces está la gambuesa, que se le pone un poco de malla también, se les hace un cono para que los animales entren ahí y vayan derechos al corral.» (Martín Cano Clavijo, 1963, comisionado de Tuineje).

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