Apañadas, ordeñar y ahijar
A medida que pasa la mañana se realizan las tareas finales y se reconoce de quien es el nuevo ganado que se ha ido apañando
Como explicábamos en la anterior entrada de esta serie sobre la tradición milenaria de las apañadas, el ganado de costa ya está en la gambuensa, se ha descansado y se han ido separando las cabras paridas con las crías y por otro lado las cabras no paridas que hay que ordeñar, además de cualquier ganado que se quiera retirar de la costa en función de lo que decida el propietario.
En estos momentos los ganaderos, si encuentran cabras con leche ‘deshijadas’ o “que la cría solo le mama de un lado de la ubre, aprovechan la apañada para ordeñarlas y así evitar posibles lesiones”, como afirman los autores de La Cabra de Costa en Fuerteventura, Allende y Edgar.
En esta línea, en declaraciones a los autores del maravilloso libro que nos sirve de guía, se expresan el comisionado de Antigua Sur, Nicolas Herrera Caberar y Agustín de León Soler, ganadero de Casillas del Ángel:
«Pasa la mañana, traemos el ganado, traemos el ganado para ordeñar las cabras porque hay muchas desahijadas, mucha cabra que el baifo no le coge nada más que una teta, y hay que ordeñarlas para ver si el baifo le coge... es difícil que el baifo, cuando sea grande, coja las dos tetas pero bueno, para ordeñarla.» (Nicolás Herrera Cabrera, 1937, comisionado Antigua Sur).
«(...) las que se quedaban también se ordeñaban, por ejemplo, si había una cabra con un tetón de leche, como le decíamos nosotros, se le quitaba el tetón de leche aquel y se largaba hasta que se volviera a apañar otra vez.» (Agustín de León Soler, 1932, ganadero de Casillas del Ángel).
Cuando se soluciona la problemática de las cabras con leche “deshijadas”, se procede a uno de los fines de las apañadas de costa en la isla de Fuerteventura, se procede a “Ahijar”:
Una vez que se haya apartado al corral chico las cabras paridas y sus crías, se haya retirado el ganado que se quiera llevar cada ganadero y se haya soltado el ganado restante, se procede a pasar de nuevo al corral grande las cabras paridas con sus crías para ‘ahijarlas’. Se conoce como ‘ahijar’ el proceso por el cual se observa que cría pertenece a cada cabra y por consiguiente a cada ganadero. (Allende y Edgard).
«Luego, cuando ya se termina el ganado de aquí, del corral grande, del ganado que está parido o el mismo ganado que tiene con leche, está, a lo mejor, el corral este lleno de cabras y baifos porque tanto la cabra parida hay que pasarla para aquí, como los baifos, todos hay pasarlos aquí (…). Todas las madres, se sacan todas las madres y los hijos, todos los baifos ahí y luego nos ponemos aquí, unos por ahí en ese corral, todos separados, otros aquí y nada más que mirar, a ir vigilando a ver la cabrita, porque según esta época todos sabemos que tienen baifos pero pegan a buscarlos, y ya asientan el baifillo, y ya se van ahijando (...) eso se llama ahijar el ganado, eso es la práctica.» (Nicolás Herrera Cabrera, 1937, comisionado Antigua Sur).
«Se ahijan las cabras, que cada una... ellas después se van a eso, esa misma cabra que está ahí tiene esos dos baifos. Los metes ahí en la gambuesa hasta que la cabra no se ajunte con el baifo que es de ella no se puede marcar, si hay alguna cabra que no se ahija tienes que dejarla para otra vez.» (Tomás Acosta Cabrera, 1943, comisionado de Antigua Norte).