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¿Y ahora qué?

 

Los diferentes juegos políticos dejan de manifiesto que Canarias está a miles de kilómetros del resto del Estado

 

Los menores no acompañados se quedarán en Canarias, los que podemos atender y los que no podemos atender, y además los nuevos que vayan llegando. La legislación española dice que los que tenemos que atenderlos somos nosotros, por mucho que las instalaciones estén sobre saturadas hace mucho tiempo.

 

Este modelo, que se antoja caduco, injusto e insolidario, deja al archipiélago como frontera sur para un problema en el que el resto de autonomías se pone de perfil, cuando no directamente en contra de encontrar soluciones, dentro de la anterior fórmula de “solidaridad entre regiones”, como la posibilidad de un reparto equitativo obligatorio entre las autonomías del estado… ¿porque esto sigue siendo un estado, no?.

 

Parece que sí, que es un estado, el Estado de las Autonomías lo llaman, así en mayúsculas. Pero la letra pequeña dice que hay detalles en los que estar de frontera significa seguir de frontera, que es lo que les pasa a las islas. Tenemos una frontera con España y no va a caer, en este nuevo mundo europeo sin fronteras los canarios somos un caso aparte.

 

La postura de VOX es clara. Abascal no quiere inmigrantes pobres que lleguen en pateras, es más, Abascal pondría a la armada para impedir el paso, imaginamos que coercitivamente, no vemos a la armada pidiendo por favor a un cayuco que de la vuelta con un ramo de margaritas de Vallebrón.

 

La postura de JUNTS también es clara, los otrora liberal-pujolistas se han convertido en la extrema derecha catalana. Un partido innoble creado para las loas al líder y centrado en imposibilidades políticas. Pero JUNTS está amortizado, no es un problema, al menos para nosotros.

 

La postura del PP roza la ignominia. En estos momentos Feijoó está instalado en el tacticismo parlamentario-judicial de caza y captura de Pedro Sánchez, y de ese espacio no va a salir. No le deja ni el ala dura de su partido ni el partido con el que debería gobernar si consiguen pasar el umbral de la mayoría absoluta.

 

El PP deja a Canarias a la altura de Senegal, “no es nuestro problema, es un problema del gobierno”, dejando sin posibilidad, no el posible cambio en la ley de extranjería, sino que se pueda discutir sobre ella. Canarias termina 2.000 kilómetros más al sur de lo que estaba antes, a la altura de una frontera de un país tercero, al menos a la hora de solucionar este problema. El IRPF sí que lo pagamos a la hacienda española.

 

Ahora se cierra el congreso, sus señorías se van de vacaciones hasta septiembre (algunos bastante más, les quedan 3 años de pingos), y las islas seguirán recibiendo niños no acompañados a los que hay que atender, a los que se atenderán en condiciones inhumanas, paupérrimas. Eso es lo que pasará ahora, al menos en la parte más importante que son estas personas desheredadas que buscan un futuro.

 

En Canarias no salimos de nuestro asombro, no sabemos bien si somos españoles o cualquier otra cosa, hasta que miramos por las calles y vemos la invasión de europeos que se quedan con nuestras casas, nuestros negocios, nuestras vidas y nos damos cuenta de que efectivamente no somos europeos, somos los que ponemos el café, aquí y en Madrid.

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