El INE deja claro como el coste de la vida y los bajos salarios golpean a los trabajadores canarios
Pese a los buenos datos del turismo no se refleja en la calidad salarial de los empleados del motor económico de las Islas
La hostelería y las agencias de viajes u operadores turísticos son unos de los principales motores del empleo en Canarias. De hecho, el sector servicios es el que más trabajo genera en las Islas: cocineros, camareros y otros perfiles del ocio son los más demandados. En el último año, se ha producido un incremento destacable del número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en este ámbito (4,7 %), según los datos del Ministerio de Industria y Turismo. Sin embargo, estos números no reflejan la calidad salarial de los empleados del motor económico de las Islas.
El pasado ejercicio el Archipiélago recibió 16 millones de turistas y este año todo apunta que las cifras volverán a superarse. Sin embargo, el sector que tira del carro en las Islas no lo hace de igual manera para todos. Canarias ocupa la segunda plaza en el pódium nacional de los indicadores de pobreza y exclusión social -solo superada por Andalucía-, ostenta los segundos peores sueldos del conjunto del Estado y los mayores índices de desempleo, además los altos precios de la vivienda y las carencias en formación, forman un coctel perfecto para que un territorio fragmentado y limitado como el insular tenga esta desigualdad.
La encuesta de condiciones de vida desarrollada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece datos significativos sobre la realidad de los salarios en las Islas en comparación con el resto de autonomías. En el Archipiélago se vive con menos poder adquisitivo y la renta media por persona registrada en Canarias es de 12.371 euros, frente a los más de 14.000 de la media nacional. Los sueldos de los profesionales del sector turístico mejoran, anotando una media anual de 23.218,58 euros, según los datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC), sin embargo, el incremento del nivel de vida y los altos costes de la vivienda señalan que con 1.500 euros por mensualidad no se llega a final de mes.
Los salarios de los trabajadores del sector servicios han visto un incremento de 3.000 euros desde el año 2019, pero no así su poder adquisitivo, que ha disminuido, condicionando así los ingresos de las familias. Además, la renta neta de los hogares canarios que anota el ISTAC es cerca de 4.000 menos frente a los 27.000 euros de la media peninsular. Con estas cifras, no sorprende que el 66 % de los hogares isleños tenga algún tipo de dificultad para estirar el sueldo. El 16,2 % lo hace con mucha dificultad, lejos del 8,7 % de la media nacional.
A pesar del ligero incremento de los últimos años en el sector que "supuestamente" tira del carro en el Archipiélago, el poder adquisitivo de los trabajadores que sostienen gran parte de la industria hotelera muestra una realidad bien distinta. En términos prácticos, esto significa que, aunque algunos trabajadores hayan recibido aumentos salariales, estos no han sido suficientes para compensar el aumento del coste de la vida.
Esta pérdida de poder adquisitivo tiene un impacto directo en la calidad de vida de los canarios. A medida que los salarios reales se reducen, los trabajadores se ven obligados a recortar gastos en áreas esenciales, como la alimentación, la educación y el ocio. Mientras se espera que las reformas normativas lleguen a buen puerto, miles de trabajadores continúan con jornada extenuantes, arrastrando sus cuerpos y su salud, mientras la maquinaria turística de Canarias sigue su marcha imparable.
La posición en la que se encuentra inmerso el sector servicios en el Archipiélago presenta una dualidad entre los agentes que lo alzan; o cómo las actividades que más riqueza producen presentan un deterioro de tal calibre en el estado del empleo. Ante este escenario, la respuesta es la misma entre trabajadores y trabajadoras de distintas áreas dentro del turismo: más visitantes supone más trabajo con menos personal y los sueldos no llegan para cubrir gastos.