Fuerteventura pierde el tren de la diversificación
Las ventajas fiscales del REF apuestan por la industria de contenidos audiovisuales y la formación en el sector
Como ya lo demostraron las reivindicaciones del 20A, el desarrollo de nuevas actividades económicas debe ser una prioridad en una comunidad autónoma cuyo modelo, excesivamente dependiente del turismo, no satisface convenientemente las necesidades de sus habitantes. Con una tasa de desempleo que roza el 15%, y un nivel de salarios muy bajo, los canarios y canarias, especialmente los jóvenes, claman por nuevas oportunidades profesionales que les permitan tener una vida digna sin tener que abandonar las Islas, adelanta Adrián Galván en Diario de Avisos.
Ante esta situación, el crecimiento exponencial de la animación 2D y 3D en el Archipiélago en los últimos años se presenta como una oportunidad para impulsar una industria creativa con perspectivas de futuro. Atraídas por la calidad de vida y las ventajas fiscales de la Zona Especial Canaria (ZEC), empresas como el estudio franco-español Atlantis Animation, que participa en la producción de la serie Miraculous Ladybug, una de las más vistas por los niños en todo el mundo, han decidido establecerse en el Archipiélago.
El impacto económico de esta llegada ha sido notable. Con alrededor de 13 proyectos finalizados en 2023, se estima que las diversas producciones han aportado casi 20 millones de euros a Tenerife. “Ha sido un reto considerable, ya que hemos pasado de cero empleos en 2017 a casi 1000 trabajadores en la industria de la animación en Canarias en la actualidad”, explica Pablo Hernández, director de la ZEC. No obstante, la falta de mano de obra suficientemente cualificada obligó inicialmente a contratar en su mayoría a personal de fuera. Una situación que, pese a las distintas formaciones creadas en los últimos años, sigue persistiendo
“No hay suficientes trabajadores canarios formados para el sector. Me centro en la formación porque creo que ha sido el problema durante todos estos años que llevo trabajando en la industria en las Islas. Se ha contratado a mucho personal de fuera, con los problemas de alquiler que eso conlleva… Aún no existe una formación en animación realmente sólida”, comenta Guillermo Peraza, jefe de producción de la compañía Tinglado Films. Actualmente, en Tenerife y Gran Canaria, existen ciclos formativos de animación. Sin embargo, según Angélica García, directora general de B-Water, “la estructura de la FP aún no termina de engranar”.
“Cada estudio tiene unas necesidades”
La industria de la animación 2D y 3D es dinámica y en constante evolución, y en proyectos de gran envergadura como los que se están desarrollando en Canarias, las exigencias de los estudios son altas. Además, cada empresa requiere habilidades técnicas específicas, lo que demanda capacidades muy especializadas. Por ello, Angélica García señala que “los estudiantes locales son formados aquí por nosotros cuando llegan”. Esto es viable en proyectos largos, donde hay tiempo suficiente para capacitar a los nuevos empleados. Sin embargo, en producciones más cortas, se ven obligados a recurrir a personal externo mejor preparado.
Con esto en mente, la ZEC, junto con dos institutos -el IES César Manrique en Tenerife y el IES Gelo Monzón en Gran Canaria- ha trabajado en el desarrollo de una FP dual en colaboración con compañías como 3 Doubles y B-Water. Para estos últimos, los resultados han sido bastante satisfactorios. Su directora general indica que aproximadamente el 70% de su plantilla ha sido contratada tras realizar prácticas en la empresa. Además, Angélica García señala que las becas “PONOS”, impulsadas por el Cabildo para permitir a los jóvenes trabajar durante seis meses sin costos para las empresas, han sido fundamentales para adaptar a algunos estudiantes a las necesidades de B-Water.
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Es importante destacar que los ciclos ofrecidos en Canarias son de carácter público, algo inusual en una industria donde las formaciones privadas suelen costar al menos unos 6000 euros. De hecho, según el director de la ZEC, “una de las mayores productoras de animación se acercó un día porque había oído mucho sobre Canarias y quedaron impresionados con la calidad de las formaciones gratuitas”. No obstante, frente a proyectos ambiciosos que se están desarrollando en el Archipiélago, el director advierte que “no debemos caer en la autocomplacencia con respecto a estos ciclos”.
Menos empleo para los canarios
A pesar de los esfuerzos realizados hasta la fecha para fomentar el empleo a través de la animación audiovisual, la brecha de cualificación con los profesionales de fuera sigue siendo una barrera significativa para la inclusión de los canarios en los estudios que se han establecido en las Islas. Según Pablo Hernández, “lo primero ha sido traer de fuera y una vez había tejido crear empleo local”. Sin embargo, muchas empresas todavía encuentran dificultades para encontrar personal de aquí que se ajuste a sus necesidades.
“Tristemente, las formaciones no están a la altura. Tenemos que recurrir a profesionales de fuera porque los locales aún no están capacitados para lo que hacemos”, confiesa Reyna Ibañez, directora de 3 Doubles. En su caso, calcula que aproximadamente el 37% de su plantilla está compuesta por canarios, aunque la mayoría ha estudiado fuera de las Islas.
Y es que, como bien explica el productor Guillermo Peraza, en el momento en el que llegaron la mayoría de estudios a Canarias, no existía ninguna formación en este campo y ante el aflujo masivo de empresas, se hizo sentir una importante carencia de mano de obra local. De esta forma: “El gobierno tuvo que implementar formaciones express porque muchas de las empresas recién llegadas debían contratar un porcentaje de canarios”.
Al igual que Reyna, Guillermo coincide en que la falta de gente local es notable. Según su experiencia, el porcentaje aún sigue siendo mínimo. “Actualmente, si miras cuántas personas son originarias de Canarias y residían aquí antes de trabajar en un estudio de animación, hablamos quizás de un porcentaje cercano al 20%. Y eso depende de las empresas. En una compañía donde había unas cincuenta personas, solo cuatro o cinco de nosotros éramos canarios, es decir, alrededor del 10%. Pero en la mayoría de los estudios, el porcentaje de personas que ya residían aquí ronda el 20%”, afirma Guillermo.
En B-Water, la plantilla está compuesta mayoritariamente por canarios. Sin embargo, su directora general reconoce que “el gobierno ha sido bastante lento” y que “debería haberse pensado en el inicio, al atraer todas las empresas. Si se hubiera invertido desde el principio, ahora tendríamos una tercera o cuarta generación de graduados”.
Uno de los empleados de B-Water señala que, al igual que él, la mayoría de los canarios que conoce ha tenido que irse fuera para estudiar. Recuerda que “no hay que olvidar que Canarias está entre las regiones más pobres de España y que estudiar ciertas disciplinas, especialmente las relacionadas con el 3D, es muy costoso. Es un privilegio poder ir a estudiar a otro lugar, alquilar un apartamento y financiar los estudios. La mayoría de los canarios no puede permitirse este tipo de educación”.
Frente a esta situación, muchos en el sector reconocen la existencia de un “techo de cristal”, donde los animadores locales encuentran dificultades significativas para avanzar dentro de las empresas. La misma problemática se presenta en los puestos de dirección, que en su mayoría están ocupados por profesionales provenientes de la península o de otros países europeos.
“Los puestos altos rara vez están ocupados por canarios. Estos trayectos profesionales aún no se han desarrollado en Canarias”, señala uno de los trabajadores de B-Water. Esta percepción es compartida por los propios estudios, que admiten que resulta casi imposible encontrar personal local con el nivel de experiencia necesario para puestos senior o roles de supervisión.
“Queríamos tener gente de aquí”
Es crucial destacar que las directoras consultadas por este diario coinciden en que contar con personal local resulta más beneficioso para sus compañías. Reconocen que la presencia de empleados de las Islas proporciona una mayor estabilidad y que contratar personal externo implica una inversión significativa. Esta necesidad ha llevado a algunas empresas, como 3 Doubles, a crear su propio campus, adaptado a sus métodos de trabajo específicos. Sin embargo, Reyna lamenta que la mayoría de los estudiantes en el campus provengan de fuera: “Me entristece que no haya más canarios en el campus”, admite.
En el caso de la formación creada por el estudio, muchos se enfrentan sin duda a una barrera económica, con un costo de 6000 euros por un curso de seis meses. La directora de 3 Doubles confiesa que han solicitado apoyo financiero a los gobiernos competentes para facilitar ayudas a sus estudiantes, pero aún no han recibido respuestas. Pero sobretodo destaca la falta de información disponible sobre el sector y sus formaciones.
Sorprendida, nos cuenta que hace unos días se encontró con un joven camarero de 16 años que, a pesar de dedicarse al diseño gráfico por su cuenta, desconocía la existencia de la industria de la animación en Canarias. Este mismo problema insiste en señalar el productor Guillermo Peraza, quien considera que “hay una gran desconexión” entre el sector y la comunidad local.
El notable crecimiento y la llegada significativa de empresas de animación a Canarias era probablemente difícil de prever. No obstante, muchos coinciden en que ha faltado una planificación adecuada, especialmente en cuanto a la creación de formaciones accesibles y ajustadas a las necesidades de las compañías que se han establecido en el Archipiélago.
Así, mientras los estudios se ven obligados a recurrir mayoritariamente a mano de obra externa, el potencial socioeconómico de la industria para Canarias corre el riesgo de verse comprometido.
